El Gobierno de Brasil va a proponer a los de Colombia y Venezuela que colaboren en la vigilancia de su frontera común como una vía para solucionar «en definitivo» sus conflictos, dijo hoy el asesor de la Presidencia para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García.
El colaborador del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró que va a poner la cuestión sobre la mesa durante las visitas que el mandatario va a realizar a Caracas y Bogotá en la primera semana de agosto.
«Es posible neutralizar aquella zona (la frontera colombo-venezolana) y transformarla en un factor de paz», consideró García en una entrevista al diario Folha de Sao Paulo.
La propuesta que maneja el Gobierno brasileño incluye el uso de aviones no tripulados y militares conjuntos para la vigilancia del área conflictiva, en la que Bogotá ha denunciado ante la OEA que se refugian unos 1.500 guerrilleros de las FARC.
«A partir de ahí (el acuerdo de colaboración en la frontera), la conflictividad estaría eliminada y se podría pensar en un pacto de no agresión», opinó el asesor.
Lula asistirá el 7 de agosto a la investidura del nuevo mandatario de Colombia, Juan Manuel Santos, y un día antes se encontrará en Caracas con el jefe de Estado venezolano, Hugo Chávez, en una reunión que ya estaba prevista en el marco de las reuniones trimestrales que ambos jefes de Estado acordaron en 2007.
García precisó que la idea del pacto militar que maneja es similar al acuerdo que Colombia mantiene con Ecuador y que ayudó a aligerar las tensiones entre ambos países después de la ruptura de relaciones diplomáticas en 2008.
Los Gobiernos ecuatoriano y colombiano reactivaron en noviembre de 2009 la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), un mecanismo que procura sintonizar las operaciones de ambos ejércitos en la frontera común, que estaba inactivo desde 2007.
Esa Comisión, integrada por altos mandos militares de los dos países, permite programar reuniones permanentes y realizar intercambios de información sobre las operaciones militares que realizan ambas Fuerzas Armadas en sus correspondientes territorios.
El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, rompió las relaciones con Bogotá en marzo de 2008, dos días después del bombardeo colombiano a una base de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ubicada en las selvas de Ecuador.
En ese ataque murieron el segundo al mando y portavoz internacional de esa guerrilla, Luis Édgar Devia, alias «Raúl Reyes», y otras 25 personas.
