El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha afirmado que la liberación en Cuba de varios presos políticos y su posterior llegada a España es fruto «del proceso de diálogo entre la Iglesia católica cubana y el Gobierno de Cuba».
El Ministerio de Asuntos Exteriores, que dirige Miguel Ángel Moratinos, emitió un comunicado a cuenta de la reciente llegada a Madrid de otros seis excarcelados cubanos y sus respectivos familiares.
Destacó que, con ellos, «el número total de presos liberados en el marco del proceso de diálogo entre la Iglesia católica cubana y el Gobierno de Cuba asciende hasta el momento a un total de 26, a los que se suman 150 familiares».
Así, reconoce que las liberaciones son consecuencia directa del diálogo que la Iglesia católica y el Gobierno cubano de los hermanos Raúl y Fidel Castro mantienen en los últimos meses.
Cuando se produjeron las primeras liberaciones, el Ejecutivo de Zapatero sugirió se habían producido gracias a las gestiones realizadas desde España por el ministro Moratinos, quien incluso llegó a desplazarse a la isla para entrevistarse con las autoridades cubanas.
Desde el día 13 de julio hasta ahora, han sido liberados y acogidos en España algo más de la mitad de los presos del grupo de los 65, detenidos durante la represión política llevada a cabo en Cuba durante la primavera del año 2003.
El Ministerio de Exteriores ensalza la labor que están realizando las ONG�s Cruz Roja Española (CRE), Comisión Española de Atención al Refugiado (CEAR) y Asociación Comisión Católica Española de Migraciones (ACCEM) en la atención a los presos cubanos que llegan a España.
A su juicio, «están llevando a cabo una excelente labor en las tareas de atención humanitaria y ayudas a la integración que reciben todos los excarcelados y sus familiares desde el momento de su llegada a España».
Finalmente, el Gobierno garantiza que continuará trabajando «en la acogida de presos cubanos que voluntariamente manifiesten su deseo de venir a España, todo ello en el proceso de acompañamiento del diálogo abierto entre la Iglesia y el Gobierno de Cuba».