El ex diplomático Diego Arria, uno de los dos venezolanos que tienen que testificar ante la Audiencia Nacional para esclarecer los presuntos vínculos entre el Gobierno de Caracas y la banda terrorista ETA, ha calificado de «chiste» la investigación abierta por las autoridades venezolanas para esclarecer si el etarra Arturo Cubillas participó en cursos de adiestramiento a varios etarras en Venezuela.
Asimismo, criticó la actitud «más que acomodaticia» del Gobierno español con Caracas y aseguró que «en España la opinión pública comienza a indignarse con el comportamiento del Gobierno de Rodríguez y no le parece muy bien que se quede indiferente o sea cómplice de la protección de un etarra como Cubillas en Venezuela».
En una entrevista publicada este lunes por el diario venezolano ‘La Verdad’, el ex diplomático reconoce que Cubillas está «bajo la protección» del presidente venezolano, Hugo Chávez, del vicepresidente, Elías Jaua, y del actual titular de Agricultura, Carlos Loyo, al tiempo que admite que «si el gobierno venezolano tuviera la mejor disposición», a Cubillas «le podría quitar la nacionalidad» venezolana para permitir su «extradición» a España.
En todo caso, Arria insiste en denunciar la «vinculación muy especial» entre el etarra y el Gobierno de Chávez, en el que trabaja como jefe de Seguridad del Instituto Nacional de Tierras (INTI), organismo encargado de las expropiaciones, dependiente a su vez del Ministerio de Agricultura. La mujer de Cubillas, Goizeder Odriozola, trabaja en este ministerio como jefa de prensa.
«El hecho de que un etarra de ese nivel tenga a su esposa trabajando en (la sede del Gobierno, el Palacio de) Miraflores y ahora sea jefe de Seguridad, no queda la menor duda de que hay una vinculación muy especial con el Gobierno», ha subrayado el ex diplomático venezolano.
«Cubillas goza de la protección del régimen. Su esposa tiene una ubicación privilegiada. Fue directora de gabinete de la Presidencia de la República; es la mano derecha del actual vicepresidente, que es junto con Loyo y Chávez una tripleta de asalto, pillaje, apropiación indebida y abuso contra los productores en Venezuela», ha agregado en un momento de la entrevista.
«UN SALUDO A LA BANDERA MUTUO»
Tras poner en duda la investigación abierta por Venezuela, Arria ha criticado que el actual Gobierno español pueda estar «muy contento de que el Gobierno de Venezuela le indique que hablaron con el señor Cubillas y éste niegue» cualquier implicación con ETA.
«Moratinos le dice a Maduro: ‘ustedes averigüen’; y Maduro le responde: ‘sí, cómo no, nosotros vamos a averiguar’;. Eso es realmente un chiste. Sin embargo, yo creo que eso no va a acabar allí porque, en España, la opinión pública comienza a indignarse con el comportamiento del gobierno de Rodríguez Zapatero y no le parece muy bien que se quede indiferente o sea cómplice de la protección de un etarra como Cubillas en Venezuela», ha explicado el ex diplomático.
«¿Cómo va a investigar el gobierno de Venezuela al jefe de Seguridad de su principal instituto ejecutor de la política de asalto a las propiedades en Venezuela?», preguntó irónicamente el ex diplomático.
Arria ha criticado implícitamente que el Gobierno español antepongan intereses económicos para desarrollar sus relaciones con Venezuela. «El problema es el siguiente: el Gobierno español está en una situación más que acomodaticia con el gobierno venezolano. Sus diferencias estratégicas con Venezuela no son ni la libertad ni la democracia, sino exclusivamente el aspecto de sus inversiones en Venezuela, en telefonía, petróleo y otros, esto hasta el punto de que han dicho que les parece admirable el comportamiento de que el gobierno de Venezuela va a investigar», ha explicado.
El ex diplomático dice sin embargo no saber «nada» sobre si Cubillas impartió cursos de entrenamiento a otros etarras en Venezuela ni si éste ha buscado aliarse con la guerrilla marxista colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). «No puedo decir nada como eso, porque no soy amigo de él como para saberlo», ha explicado, aunque sí precisó que cuando llegó la primera oleada de etarras a Venezuela, fruto de un acuerdo entre Gobiernos de 1989, estaban implicados «en otro tipo de actividades, económicas».
DECLARARA COMO TESTIGO ANTE LA AN
El ex diplomático, que ha reconocido no saber si el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco le pedirá que testifique sobre las relaciones entre las FARC y ETA o sobre el presunto entrenamiento que recibieron varios etarras en Venezuela, ha trasladado al magistrado español su disposición para testificar «a finales de noviembre o durante la primera semana de diciembre».
«He sido invitado a ser testigo. Le comuniqué al juez que no puedo estar el 15 de noviembre en Madrid, porque soy miembro de la junta directiva del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de California y tengo la reunión anual, a la que no puedo faltar. Le he pedido para ir a finales de noviembre o durante la primera semana de diciembre. No puedo adelantar sobre qué parte me preguntarán, porque no está precisado en mi invitación», ha concluido el ex diplomático.
