En la relación entre la Unión Europea (UE) y América Latina hay un problema de percepción política recíproca y cierto desconocimiento por parte europea, según dijo hoy Marco Aurelio García, asesor del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para las Relaciones Exteriores.
García hizo esta observación durante su intervención en un debate sobre la política europea de cara a América Latina, en el Foro Biarritz, que se celebra en esta ciudad y que está centrado en analizar las relaciones entre Latinoamérica y la UE.
«Las relaciones entre la UE y América Latina deberían ser tratadas más allá del discurso retórico», declaró García, quien se refirió al «cambio significativo de la situación internacional» y en particular de América del Sur y América Latina, que, según dijo, se ha convertido en «candidata a ser un nuevo polo en un mundo multipolar en construcción».
«América Latina tiene cartas de triunfo», aseguró García al subrayar que la región es un gran productor de alimentos, minerales, hidrocarburos y energías renovables y reservas de agua.
La región «es democrática», apuntó García, al explicar que no sólo produce a bajo costo sino que también se ha transformado en un gran mercado.
Sobre las dificultades que afronta la relación entre ambos bloques, García citó el proteccionismo europeo en materia agrícola, a la vez que cuestionó el rumbo de la economía europea, y añadió: «Las políticas recesivas que Europa implementa traen dificultades a nuestra relación económica».
García, quien presidió el debate sobre las relaciones UE-América Latina, también citó problemas con las energías renovables y la inmigración.
Sobre la percepción política recíproca, García se refirió al desconocimiento de la UE sobre América Latina, contexto en el que lamentó que el anterior representante de la política exterior de la Unión Europea, Javier Solana, nunca realizó una visita oficial a Brasil.
En la misma sesión intervino Gustavo Suárez Pertierra, ex ministro español y presidente del centro de estudios Real Instituto Elcano, que subrayó la necesidad de una «agenda estratégica» de ambas regiones que les permitiera aumentar su influencia en el ámbito internacional.
En su intervención, Suárez recordó los acuerdos alcanzados en la Cumbre UE-Latinoamérica y Caribe, que se celebró en Madrid en mayo pasado y en términos generales reconoció que la relación «no ha producido grandes resultados», lo que ha generado insatisfacción en ambos lados.
Abe Lowenthal, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de California del Sur (EEUU), señaló que las cumbres no pueden cubrir la complejidad de unas relaciones y apuntó que, por ejemplo, EEUU debería basar su cooperación con América Latina en relación con los asuntos y la agenda que preocupan a la región.
También hoy se realizó en el Foro una sesión dedicada a los migrantes latinoamericanos en Europa, que estuvo presidido por la subsecretaria de Asuntos Exteriores de México, Lourdes Aranda Bezaury.
El director de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), con sede en Ecuador, denunció el «ambiente negativo y de retroceso» en cuanto garantías de derechos humanos y protección de los migrantes latinoamericanos en la UE, a la vez que advirtió que la emigración a nivel global «no es un proceso que pueda detenerse».
Dirk Jaspers, director de la CEPAL/CELADE, subrayó que la «migración es un elemento estratégico en las relaciones entre la UE y América Latina.
La visión europea fue expuesta por el eurodiputado francés Robert Rochefort, que subrayó que la UE acoge más inmigrantes que Estados Unidos y que la diversidad es positiva para Europa, pero que con América Latina «hay una forma de ver las cosas muy cercana».
El miembro de la Cámara de Representantes de Texas por el Partido Demócrata Rafael Anchia expuso en la sesión el avance de los latinos en la población estadounidense y señaló que en la actualidad ascienden a 50 millones, lo que convierte a EEUU en el segundo país de hispanohablantes, después de México, con 102 millones, y antes de España, con 40 millones.
Anchia, de origen vasco español, destacó la creciente influencia de la comunidad latina en la economía y la política de EEUU.
