Haití, R.Dominicana, Cuba y Jamaica esperan con inquietud la tormenta «Tomas»

Haití, R.Dominicana, Cuba y Jamaica esperan con inquietud la tormenta "Tomas"

Los habitantes de Haití, República Dominicana, Cuba y Jamaica miran hoy con inquietud el encapotado cielo del Caribe ante la llegada de la tormenta tropical «Tomas», que en las próximas horas descargará abundante lluvia sobre estos territorios en su camino hacia el noreste.

También las Bahamas y las islas Turcos y Caicos esperan la llegada del fenómeno, cuyas bandas exteriores azotan ya con fuertes lluvias el suroeste de Haití y Jamaica.

«Tomas», que avanza con vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros por hora, puede causar peligrosas olas en las costas de los países que están en alerta, además de inundaciones y deslizamientos de tierra, advirtieron meteorólogos estadounidenses.

El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos vaticina «un fortalecimiento adicional durante las próximas 48 horas», por lo que «‘Tomas’ podría estar cerca de convertirse en huracán o serlo mientras su centro pasa al este de Cuba y el sureste de Bahamas».

Ante esta perspectiva, en Haití, miles de personas iniciaron el desalojo de los campos de desplazados donde 1,3 millones de ciudadanos malviven desde que, en enero, un terremoto de 7 grados devastara Puerto Príncipe y otras ciudades próximas.

Muchos de ellos protestaron por tener que marcharse, pero las autoridades fueron contundentes al afirmar que si fuera necesario, emplearán la fuerza para obligar a salir de los campos a quienes se resistan.

La movilización de recursos se inició también en otras zonas del país, como Jacmel (sureste) Jeremie (suroeste) y Gonaives (norte).

En la capital, lejos de los campamentos, muchos de los haitianos que se lo pueden permitir (se estima que más del 70% de ellos vive en la pobreza) se lanzaron a los supermercados y agotaron las existencias de productos básicos como el pan, que no podía encontrarse en comercios de Petion Ville, un área residencial de gran actividad.

Por eso, al no tener nada que vender, algunas panaderías echaron antes de hora el cierre, al igual que oficinas que sólo trabajaron media jornada y dejaron a sus empleados marcharse a sus casas o a lugares seguros.

Otro producto cuya escasez pudo constatar Efe fue el cazabe, una torta que se elabora a base de yuca y que muchos haitianos utilizan para sustituir al pan.

Lo mismo sucedió con el bacalao, un pescado que se puede conservar con facilidad y que desapareció de algunos puntos de venta.

Mientras, en la vecina República Dominicana las autoridades de socorro incrementaron de amarilla a roja (máxima) la alerta declarada en seis provincias del suroeste ante la tormenta.

También aumentó de verde (preventiva) a amarilla (riesgo inminente) la alerta decretada para otras once provincias, mientras que se emitió una alerta verde contra inundaciones urbanas, rurales y deslizamientos de tierra para otras ocho ciudades, entre ellas la capital del país, Santo Domingo.

El Centro de Operaciones de Emergencia (COE), anunció que la mayor cantidad de lluvias se producirá entre hoy y el sábado y advirtió de posibles desbordamientos a los residentes de las regiones sur, suroeste, noroeste y los de la zona fronteriza, en especial a los que están cerca de ríos, arroyos y cañadas.

Además, se cancelaron cuatro vuelos previstos para mañana entre República Dominicana y Haití.

Cuba declaró la fase de alerta para las provincias orientales de Guantánamo, Santiago de Cuba y ocho municipios de Holguín, así como la fase informativa para las provincias Granma y Las Tunas, debido a las «características y futura trayectoria» de «Tomas».

Todos esos territorios, según la Defensa Civil, deberán «mantener la vigilancia hidrometeorológica y cumplir racionalmente las medidas previstas para la protección de la población y los recursos económicos expuestos».

Los jamaicanos iniciaron igualmente los preparativos para la llegada de «Tomas». Miles de ciudadanos compraban comida enlatada y se abastecían de otros productos, temerosos de que la tormenta pueda causar daños graves a los servicios de electricidad y agua, lo que a su vez podría ocasionar un desabastecimiento.

El Gobierno ordenó la suspensión de las clases en las escuelas en el este de la isla y la principal universidad del país también suspendió sus actividades, mientras las autoridades emitieron un aviso de tormenta tropical (paso del sistema en 36 horas) y recomendaron a los ciudadanos tomar todas las medidas necesarias para protegerse.

Varios refugios fueron habilitados y se ordenó el desalojo de las personas que viven en zonas de inundación.

En este año, durante la temporada de huracanes en el Atlántico que comenzó el 1 junio y finaliza el 30 de noviembre, se han formado 19 tormentas tropicales y 12 huracanes.

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