Ministro de El Salvador confirma una «tregua» entre las pandillas pero alerta sobre su fragilidad

Ministro de El Salvador confirma una "tregua" entre las pandillas pero alerta sobre su fragilidad
. EFE/Archivo

El ministro salvadoreño de Seguridad y Justicia, David Munguía Payés, admitió hoy que existe una «tregua» entre las sanguinarias pandillas del país que ha propiciado una bajada «inédita» de los asesinatos, aunque alertó que «no hay garantías» de que ese pacto sea una solución duradera al problema de la violencia.

Munguía reconoció este martes que la iglesia católica, por medio del obispo castrense, Fabio Colindres, intervino para que los jefes encarcelados de las pandillas Mara Salvatrucha y La Mara 18, las principales del país, pactaran esa «tregua», que ha desatado una polémica en el país centroamericano.

En un discurso oficial junto a la subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Seguridad Ciudadana, Democracia y Derechos Humanos, María Otero, el ministro destacó «la labor importante que ha desarrollado la iglesia católica para lograr una tregua entre las dos pandillas rivales, la MS 13 y la pandilla 18».

«Esto, aunado a la gran operatividad que ha tenido la Policía Nacional Civil en el control y la represión del delito, ha comenzado a dar resultados», sostuvo.

En una rueda de prensa posterior, Munguía calificó de «insólito e inédito» que los homicidios hayan bajado de una media diaria de «14» a entre «4 y 5» como consecuencia de esa tregua entre las pandillas, anunciada hace una semana por el obispo Colindres.

Sin embargo, reconoció que «no hay garantías» de que ese pacto sea una solución duradera al problema de la extrema violencia que desangra a El Salvador, un país de poco más de 6 millones de habitantes donde en 2011 se registraron 4.354 homicidios según datos oficiales.

«Aquí nadie puede dar garantías» de que los pandilleros respetarán a largo plazo la tregua, «aquí no hay garantías, hay buenas voluntades, nada más», dijo el ministro salvadoreño.

Admitió que muchas «personas escépticas» se están preguntando «qué va a pasar después», pero pidió «pensar positivamente».

En ese sentido, la subsecretaria estadounidense tildó de «interesante» la cuestión de la tregua entre las pandillas, y afirmó que su Gobierno observa «muy de cerca» el desarrollo del asunto.

La subsecretaria afirmó que las pandillas tienen que «desaparecer», y además subrayó el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de El Salvador, a cuya Policía entregó este martes una donación de 47 automóviles y equipo informático valorados en 1,8 millones de dólares.

El Salvador registra una tasa de más de 60 muertes anuales por cada 100.000 habitantes cuando la media mundial es de 8,8 según datos de la ONU, y Munguía reiteró este martes que las pandillas son responsables «del 90 %» de esos asesinatos.

Pero la tregua entre los pandilleros ha generado críticas al Gobierno del presidente del país, Mauricio Funes, al que se acusó de haber negociado directamente con esos delincuentes, lo que Munguía y el propio obispo castrense han negado.

El procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Oscar Luna, dijo este martes a Efe que, sea negociación del Gobierno con las pandillas o tregua entre ellas, el asunto demuestra que «han fracasado» las políticas del Estado contra la delincuencia.

Luna advirtió que «muy probablemente dicho logro no será sostenible al estar sujeto al arbitrio de un solo sector», y pidió al presidente Funes explicar las «cosas extrañas» que, a su juicio, están detrás del asunto.

Asimismo, la Asociación Nacional de la Empresa Privada se sumó a las demandas de transparencia al señalar que la información sobre la tregua de los pandilleros «es insuficiente para entender cuál es la estrategia real que está empleando el Gobierno» para enfrentar el tema de la violencia e inseguridad.

«La tranquilidad de la sociedad se sustenta en algo más que una tregua entre las pandillas», sentenció este martes el gremio empresarial en un comunicado.

El obispo Colindres anunció la tregua entre las pandillas el pasado día 20, cuatro días después de que el ministro Munguía negara que el Gobierno negoció con los cabecillas de esos grupos su traslado a cárceles de menor seguridad a cambio de una pacificación de las calles.

Los reos fueron trasladados de cárceles de máxima seguridad o otras con menos restricciones, debido a «diferentes circunstancias» como una «amenaza de ataque a los centros penales» con unos cohetes Low robados en Honduras, enfermedades de algunos de ellos y «una súplica de la iglesia», insistió este martes Munguía.

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Autor

Irene Ramirez

Irene Ramirez. Responsable de campañas en Grand Step. Fue redactora de Periodista Digital entre 2012 y 2013.

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