Esta es la historia de cómo un experimento en Los Andes tal vez prefigure el futuro de España
Podemos, el partido de moda en España, vivió sus pininos revolucionarios en América del Sur. Sus líderes trabajaron como asesores para los Gobiernos ‘bolivarianos‘ en Venezuela, Bolivia y Ecuador a nombre del Centro de Estudios Políticos y Sociales, CEPS.
Precisamente los creadores del CEPS, los juristas Roberto Viciano y Rubén Martínez Dalmau, trajeron sus ideas sobre un nuevo constitucionalismo popular, cuando participaron en la elaboración de las Constituciones de esos tres países. Y ahora una de las consignas de Podemos es hacer una Asamblea Constituyente.
Esta es la historia de cómo un experimento en Los Andes tal vez prefigure el futuro de España. La desvelan con todo detalle Ewald Scharfenberg, Raúl Peñaranda y Arturo Torres en Armando.info, la web que más a fondo analiza desde la propia Venezuela las entrañas del monstruo bolivariano.
Un profesor de Derecho Constitucional, en especial si es europeo, puede pasarse toda una vida sin participaren la hechura de una Constitución -o sin presenciarla, siquiera-. Un astrónomo tiene más probabilidades de volver a ver el paso del cometa Halley por las vecindades de la Tierra.
Pero, gracias al brote de populismos bolivarianos en la región andina durante la primera década del siglo XXI, dos catedráticos españoles, Roberto Viciano Pastor y Rubén Martínez Dalmau, no solo han tenido la oportunidad de participar en la redacción de tres Constituciones; en al menos una de ellas, la boliviana de 2007, se dice -aunque no lo acepten- que su rol resultó decisivo.
Roberto Viciano Pastor fue uno de los juristas que asesoró a los gobiernos de Chávez, Correa y Morales a nombre de una fundación del partido Podemos. Esta vez, sin embargo, no quiso hablar sobre el tema.
Como misioneros de nuevo cuño, Viciano (Valencia, España, 1962) y Martínez (Teulada, España, 1970) vienen haciendo las Indias desde los años 90. Esparcen la buena nueva del neoconstitucionalismo mientras, a la vez, aprenden sobre la marcha pues, como dijera Viciano durante una charla en Caracas en 2009, es en este lado del Atlántico, en América Latina, donde se estaría «intentado recuperar el concepto genuino de Constitución».
Los dos académicos, originarios del Levante español y titulares de la Universidad de Valencia, España, se ganaron la confianza de los liderazgos de las revoluciones progresistas de Venezuela, Bolivia y Ecuador, en ese orden, todas empeñadas en refundar sus respectivas repúblicas. También asesoraron a Manuel Mel Zelaya, a la postre derrocado presidente de Honduras, en su intento por acercar su régimen al eje bolivariano.
Sus servicios los prestaron bajo la marca del Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), una fundación que crearon en 1993 como un programa de extensión del conocimiento universitario para «la transformación de la sociedad en una realidad más justa, democrática y solidaria».
Las correrías del CEPS por América del Sur, no solo en las personas de Viciano y Martínez, sino de académicos, investigadores y cooperantes distintos que luego adquirirían otra notoriedad en su España natal, alimentó una leyenda negra acerca del think tank, que, a vista de muchos, pasó a ser el control maestro de la nueva oleada revolucionaria que estremeció al continente durante la primera década del siglo XXI.
En el caso personal de Viciano, además, se vería obligado a refutar versiones de prensa que lo ligaban, de manera errónea, con la organización terrorista vasca ETA o con una militancia de juventud con el movimiento de ultraderecha Fuerza Nueva.
La eclosión del partido Podemos como un fenómeno electoral en España, a propósito de las elecciones europeas de mayode 2014, obligó a volver a echar un vistazo al CEPS. Los dos principales líderes de Podemos, Pablo Iglesias Turrión e Íñigo Errejón Galván, estuvieron en la directiva del CEPS.
Errejón, considerado el número dos de Podemos, tuvo parte activa en el proyecto de asesoramiento a la Constitución de Bolivia y, de hecho, su tesis doctoral saca partido a su paso por el altiplano durante las turbulencias del primer Gobierno de Evo Morales.
NOTA.- PINCHAR PARA LEER INFORMACIÓN COMPLETA EN ARMADO.INFO