Estimado Leopoldo:
Te voy a contar de la manera más sencilla algunos hechos científicos que se vinculan con la huelga de hambre y sus efectos sobre las emociones, la razón y la inteligencia.
Todo el país está muy preocupado por tu salud, la salud de tu cuerpo, y nos duele profundamente ver como en Venezuela ante la desgracia que vivimos nuestros hermanos han tenido que convertir su cuerpo en arma de lucha. Y el cerebro es parte de ese cuerpo que se inmola. Se deteriora igual que las funciones endocrinas, inmunológicas, riñones, corazón, etc., y poco a poco sus funciones de sentir, razonar, pensar y hasta amar se alteran.
A los 20 días de estar en huelga de hambre en un humano -y tú llevas casi 30 días- el proceso metabólico, después de haber liquidado las reservas de glucosa y grasa destruye las proteínas y se genera la autofagia (el cuerpo empieza a comerse a sí mismo y autogenera la muerte celular).
Es obvio que las neuronas no están exentas de este «cáncer» metabólico y es entonces cuando se profundiza, de acuerdo con el DSM-5 (Manual de Trastornos Mentales), el denominado: «Trastorno neurocognitivo debido a afecciones nutricionales». Ningún cerebro sano está exento de este proceso, al humano se le hace difícil pensar con lógica, la atención, percepción, memoria y funciones ejecutivas están muy empobrecidas y las emociones se mueven como veletas en un océano embravecido.
Necesitamos de manera perentoria tu cerebro sano, no permitas que se te generen daños irreversibles, lo cual sería celebrado por una ínfima minoría de lacayos de la barbarie, esos que aducen: «para sacarlo de la cárcel no tenemos ningún plan», pero si muchos planes para liquidarte en la cárcel o fuera. Saca fuerza de tu corazón, este es el último órgano en morir, oye la exclamación de millones de venezolanos que sueñan y suplican por una Venezuela libre y digna.
El día que anuncies que abandonaras la huelga de hambre se convertirá en fecha patria y onomástica de valentía e hidalguía pues miles de acordes de libertad y futuro brotaran del alma de los venezolanos.
En Venezuela el pan está envenenado http://t.co/3JpBXAhuu3
— Luis Josè Uzcàtegui (@LuisJUzcategui) junio 21, 2015
Luis José Uzcátegui
Médico psiquiatra y antropólogo
