Una de esas facetas del capo narco es la de conquistador vanidoso que cuida su aspecto

El ‘Chapo Guzmán’ y las bellas mujeres que le hicieron perder la cabeza y la libertad

Su actual esposa es Emma Coronel, hija de Coronel Barrera (detenido por tráfico de marihuana) y sobrina de otro conocido narco

El 'Chapo Guzmán' y las bellas mujeres que le hicieron perder la cabeza y la libertad
Ficha policial del 'Chapo' Guzmán. PD

Se ha comprobado sin lugar a dudas el inmenso afecto que El Chapo siente por la protagonista de La Reina del Sur

El mundo sórdido del narco mexicano recién capturado, repleto de dinero ensangrentado, asesinatos y terror, tiene una vertiente que atrae tal vez a causa de la literatura, el cine y la televisión, que han convertido a algunos de estos monstruos en protagonistas de historias que fascinan.

Una de esas facetas del Chapo es la de conquistador vanidoso que cuida su aspecto. Por ejemplo, las camisas que llevaba en la entrevista de Rolling Stone se han hecho famosas.

Como subraya ‘El Economista’ este 13 de enero de 2016, la realidad supera la ficción y no hay novela, película o serie de televisión cuya trama sea más espeluznante que la vida del narco más poderoso del mundo.

Sin embargo, la cara más cercana del Chapo Guzmán -si es que tiene alguna- nos transporta a los momentos en los que el capo capturado se sienta frente a un televisor entre fechoría y fechoría para descansar de su implacable labor de jefe de los pistoleros y se dispone a entretenerse con una telenovela: frente a él, La Reina del Sur, producción de Telemundo del 2011 basada en el libro homónimo de Arturo Pérez Reverte.

En México y EE.UU funcionó mejor que en España: es la historia de Teresa Mendoza, una chica que se pasa al lado oscuro de la fuerza (se convierte en la jefa de una red de narcotráfico en Gibraltar) después del asesinato de su marido.

Al Chapo, como a muchos de sus compatriotas, no se le escapó que la protagonista de la historia inventada por Pérez Reverte era natural de Culiacán, en el estado de Sinaloa, donde él sí era, de verdad, el Rey del Sur, por llamarlo de algún modo.

No es de extrañar que en esta fascinación por su heroína local en la ficción esté el origen de su admiración por la mexicana de carne y hueso que daba vida a Teresa Mendoza, Kate del Castillo, de 43 años. Para colmo, en enero de 2012, la actriz difundió a través de una red social un alegato contra los políticos, la Iglesia y los medios de comunicación que terminó de embobar al Chapo:

«Hoy creo más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades aunque sean dolorosas».

Y después le pedía al gangster que se pasara al bando de los buenos:

«Señor Chapo, ¿no estaría padre que empezara a traficar con el bien?».

La fama de Kate del Castillo en México es comparable a la que aquí en España pudiera tener cualquier actriz del primer nivel: es la hija de Eric del Castillo, leyenda del cine mexicano y actor de telenovelas, y de Kate Trillo Graham.

Es hermana de la presentadora Verónica del Castillo y estuvo casada con el ex jugador de fútbol y presentador de televisión Luis García (se divorciaron en 2004) y posteriormente con el actor, cantante y empresario mexicano Aarón Díaz del que se divorció en 2011.

Por supuesto, una mujer con semejante fama incendió con sus declaraciones sobre el Chapono solo todo el territorio azteca sino a una gran parte de la población latina del otro lado del charco: de nada sirvió que Del Castillo, abrumada en apariencia por las consecuencias de sus actos, repitiera que no conocía de nada al Chapo.

Y menos cuando el narco le envió un emisario, un abogado, que contactó con ella porque su cliente quería llenar de flores la residencia de la actriz.

La relación entre Kate y el narco continuaría. Cuando el Chapo estaba en la cárcel de máxima seguridad de El Altiplano, empezó a gestarse la posibilidad de una posible producción cinematográfica sobre la vida del delincuente.

Guzmán y Del Castillo continuaban con su relación epistolar intercambiado ideas sobre el asunto y mientras tanto al barco le llegaban desde Hollywood propuestas para poner en marcha la idea del biopic.

El Chapo quería que Del Castillo fuera la encargada de llevarlo a cabo y ahí seguían cuando se produjo la más que sonada fuga de la cárcel del narco. Fuera de la prisión, Guzmán mantuvo los contactos con su musa desde su escondite en las selvas de Sinaloa.

Fue entonces cuando Sean Penn conoció la relación de su colega del Castillo tenía con El Chapo y propuso a la mexicana hacer una entrevista.

Ha sido tras la publicación en Rolling Stone de las palabras de Guzmán y su posterior captura cuando se ha comprobado sin lugar a dudas el inmenso afecto que El Chapo siente por la protagonista de La Reina del Sur.

Kate del Castillo asume que, junto a Penn, está siendo investigada por las autoridades mexicanas por sus contactos con el narco.

Pero la actriz confía en que su aventura y sus ajetreados viajes en avionetas y caminos, además de sus problemas con la justicia, habrán habrán valido la pena si finalmente puede llevar a cabo el proyecto de contar en la pantalla la historia del narco más buscado.

De momento, protagoniza una serie para Netflix en la que interpreta a la primera dama del país. No hay noticia del que el ‘enamoramiento’ de Guzmán por la actriz pase de su capricho platónico pero la fama de conquistador que precede al narco pone de manifiesto que las mujeres le vuelven loco hasta el punto de haber perdido su libertad por ellas. Esta no ha sido la primera ocasión.

Joaquín Guzmán Loera El Chapo tiene fama de conquistador y de conseguir lo que quiere. De hecho, dicen que a pesar de su conocida frialdad las mujeres son su debilidad. Su primera mujer, Griselda, falleció en una escaramuza con solo 22 años pero después de darle cuatro hijos.

A su segunda mujer, Estela Peña, la raptó, se la llevó a un hotel en Puerto Vallarta y poco después se casaron. Alejandrina, la tercera, le dio otros dos hijos.

Su actual esposa es Emma Coronel, hija de Coronel Barrera (detenido por tráfico de marihuana) y sobrina de otro conocido narco, Nacho Coronel, y socio de su marido que falleció en una redada. A los 17 años obtuvo el título de belleza de la Feria del Café y la Guayaba. Con ella ha tenido dos niñas gemelas.

Emma fue la responsable de que lo detuvieran en 2014. Tras fugarse no pudo evitar ir a verla, pero este descuido permitió a los agentes seguirle la pista y detenerle.

De hecho, la acusaron de participar en la fuga y fue llamada a declarar, pero sus abogados lograron evitarlo y la mujer se esfumó.

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