El paro, la inflación, el déficit... se encuentran en máximos

El PIB de Brasil retrocedió un 3,8% en 2015, su peor dato desde el año 1981

El PIB de Brasil retrocedió un 3,8% en 2015, su peor dato desde el año 1981
Dilma Rousseff. BR

Brasil despide un año para el olvido. Su economía cierra 2015 con un retroceso del 3,8% y registra su peor resultado desde 1981, cuando el país sufrió una contracción del 4,4%, informó el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

¿Qué pasó durante el año pasado? La economía brasileña vivió la tormenta perfecta con una profunda caída de los precios de las materias primas a nivel mundial, un escándalo de corrupción en la estatal Petrobras y una crisis política en el Gobierno de Dilma Rousseff.

A modo de desglose, el PIB cayó un 1,4% en los últimos tres meses de 2015, menos de los esperado por los expertos (-1,6%). Este último retroceso se suma al del 1,7% registrado en el tercer trimestre, acumulando así cuatro trimestres consecutivos en negativo.

En conjunto, el rumbo de la mayor economía de América Latina, sumergida en una aguda recesión, acabó el año pasado en números rojos después de haberse prácticamente estancado en 2014, cuando avanzó tan sólo un 0,1%.

Paro, inflación, déficit…

Con todo, los problemas para la economía brasileña no terminan aquí. El paro alcanzó el 7,9% en octubre, máximos de seis años, mientras que la inflación cerró el año en el 10,67%, un nivel nunca visto en los últimos 12 años. Asimismo, el déficit de Brasil se encuentra en el 10,3% del PIB, máximos históricos.

Su divisa tampoco corre mejor suerte. El real pierde en el último año un tercio de su valor en su cruce con el dólar. No es de extrañar que Joaquim Levy, que ejercía de ministro de Finanzas del país, presentase su renuncia en diciembre.

En cualquier caso, este año no empezará mejor. Los economistas esperan que la economía se contraiga otro 3,5%, por lo que permanecerá en la recesión más profunda desde que existen registros (1901).

Advertencia de las agencias de calificación

Hace poco más de una semana, Moody´s rebajó en dos escalones la solvencia a largo plazo de su deuda, que pasó de ‘Baa3’ a ‘Ba2’, dentro del grado especulativo o ‘bono basura’, con una perspectiva ‘negativa’, lo que dejó abierta la posibilidad de un recorte adicional del rating en el medio plazo.

De este modo, la deuda soberana brasileña recibía una calificación equivalente a ‘bono basura’ por parte de las tres principales agencias de calificación, con un rating ‘BB/negativa’ por parte de S&P y una calificación ‘BB+/negativa’ en el caso de Fitch.

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