Según Amnistía Internacional, la violencia ha explosionado en América Latina, que alberga 8 de los 10 países más violentos del mundo.
Espoleados por el polémico lema “Chapa tu choro [Atrapa tu ladrón] y déjalo paralítico” -una campaña lanzada por iniciativa de una exfujimorista, que se ha vuelto viral en Facebook-, muchos peruanos han encontrado la excusa para tomarse la justicia por su mano, como ocurre en otras zonas del continente.
El pasado fin de semana dos menores fueron desnudados y golpeados brutalmente por una turba en Los Ángeles, Huachipa, cerca de Lima Este. El 72% de los peruanos está de acuerdo con una práctica sin cifras oficiales de víctimas.
Los vecinos habrían atacado a los dos menores porque robaron chamarras y móviles.
Los participantes del episodio se justifican en la campaña de las redes sociales, a la que se han sumado otras iniciativas. Hay al menos cuatro muertos, en los departamentos de Huánuco y Puno, pese a que dos de ellos no eran delincuentes. Además, alrededor de una docena de hombres han sido heridos y torturados por haber sido confundidos con maleantes.
Entre tanto, la cantidad de delincuentes azotados al haber sido encontrados en flagrante delito es mucho mayor y decenas de vídeos están colgados en páginas temáticas de Facebook, como por ejemplo la llamada “Ejecuta a tu choro y siembra un árbol”.
“No seamos mediocres llevándoles a los choros en la cárcel o comisaría para que luego salgan y atenten contra tu vida apenas te resistes. Siempre estos delincuentes tienen contactos como sea”, señalan los administradores de la página creada como un evento, después de que esta red social cerrara una anterior. Otra página en Facebook que colecciona estos vídeos es “La delincuencia y chapa tu choro”. Los linchamientos están sancionados por el Código Penal peruano con cuatro años de cárcel si causan lesiones graves y hasta 25 años en caso de muerte.
La promotora de “Chapa tu choro Perú” es Cecilia García, una periodista con ambiciones polítics.
García es también empresaria y exasesora de un congresista de Fuerza Popular (fujimorista), así que hay quien cree que esta iniciativa tiene una motivación política.
García creó un grupo en la red social en agosto, después de colocar un letrero en Huancayo en el que alertaba a los ladrones: “Te vamos a linchar. Nosotros no llamamos a la policía, ni Serenazgo [policía municipal] porque aquí tenemos lo que ponen las gallinas”.
Consiguió más de 120.000 seguidores en una semana.
En octubre, García fue denunciada por apología del delito por un familiar de Herald Pacheco, de 25 años, agredido cruelmente por una turba en una fiesta en La Merced (selva central) cuando creyeron que era un asaltante. La boda era de parientes de su esposa, que no le conocían.
“Me amarraron los pies, manos y metieron tierra a la boca”, indicó Pacheco en la denuncia, según el diario El Comercio.
Confundidos con ladrones
También el pasado octubre, los asaltantes Edgar Condori y Rosendo Quispe murieron después de ser detenidos y golpeados por comuneros de una localidad en Huancané (Puno, frontera con Bolivia) que, en asamblea, estaban decidiendo el destino de 62.000 soles (unos 18.300 dólares) de los fondos de la comunidad.
Ese mismo mes, un joven deportista, Carlos Torres Velásquez, y un amigo suyo menor de edad fueron linchados en el sur de Lima, en Lurín, por vecinos que creyeron que eran ladrones. “Agarren a esos choros”, decían unas 20 ó 30 personas que les desnudaron, patearon y apalearon con un bate de béisbol, comentó Torres en Latina, un canal de televisión.
En Andas, localidad de la región de Huánuco, los jóvenes Emerson Roque y Miguel Mauricio fueron torturados y quemados el 16 de septiembre. Tres diarios en Lima reportan que las víctimas fueron a cobrar una deuda tras trabajar en un campamento de minería ilegal, pero el jefe los señaló como si fueran ladrones y 20 personas los mataron.
Apoyo de la población a esta violencia
La encuesta Barómetro de las Américas, realizada en 28 países y difundida en abril, reporta que Perú es el país latinoamericano con más personas que dicen haber sido víctimas de delincuencia: un 30,6%. También es el que muestra más apoyo social a tomarse la justicia por su mano, detrás de Ecuador y El Salvador. Igualmente se ha vuelto común la brutalidad de miembros del Serenazgo contra vendedores ambulantes o estatuas vivientes, parte del 60% de trabajadores informales de Perú.