«Violento» y «emocionalmente inestable». Así describen fuentes de la investigación, la persona que la Policía busca por el asesinato del matrimonio brasileño y sus dos hijos pequeños en Pioz (Guadalajara), cuyos cadáveres descuartizados fueron localizados el 18 de septiembre.
El individuo, ahora en busca y captura, es el sobrino del asesinado.Responde al nombre de Patrick Nogueira Gouveira. Tiene 20 años.
Tomó un vuelo a Brasil desde Madrid, dos días después de que se encontrasen los cadáveres de sus familiares metidos en bolsas plásticas, donde llevaban al menos un mes muertos, según los análisis forenses.
Había compartido techo con su tío, Marcos Campos Nogueira; y con su tía, Janaína Santos Américo, y con sus dos hijos pequeños, antes de que estos se mudaran al chalé de Pioz donde fueron encontrados por las quejas de»un fuerte olor» denunciadas por los vecinos. Presuntamente, «era un tipo de carácter violento e inestable» que estaba obsesionado con Janaína, su tía política.
En busca y captura
El 22 de septiembre de 2016 el juez del juzgado número 1 de Guadalajara dictó una orden internacional de detención, poniendo al joven en busca y captura. Sin embargo, aún no ha sido detenido. Los investigadores -un equipo formado por agentes de la Comandancia de Guadalajara y de la Unidad Central Operativa (UCO)- están encontrando grandes dificultades de colaboración con las autoridades brasileñas.
Los investigadores pusieron desde el primer momento el foco en este hombre y tres días después del hallazgo de los cadáveres ya comunicó al titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Guadalajara que podría tratarse del autor del cuádruple crimen.
El asesino dejó la vivienda de la familia prácticamente vacía de enseres personales y limpia, previsiblemente con intención de llevarse los cadáveres para que pareciera una desaparición, un plan que por algún motivo no pudo llevar a cabo.
UN CASO ESCALOFRIANTE
El hallazgo de los cadáveres se produjo después de que un aviso diera la voz de alerta por el mal olor en las inmediaciones del chalet de la familia. La Guardia Civil acordonó la casa y encontró en su interior los cuerpos de los dos adultos y los dos menores, de uno y cuatro años, descuartizados y repartidos en varias bolsas.
Tras las primeras pesquisas, se supo que el crimen, atribuido a un «ajuste de cuentas», pudo tener lugar en agosto, por lo que la familia llevaba más de un mes muerta cuando los cuerpos fueron descubiertos.