Elecciones presidenciales en Honduras

Salvador Nasralla, ‘el señor de la televisión’, a punto de evitar la reelección de Juan Orlando Hernández

Salvador Nasralla, 'el señor de la televisión', a punto de evitar la reelección de Juan Orlando Hernández
Salvador Nasralla Salum. TV

El hombre que parece encaminado a evitar la reelección de Juan Orlando Hernández a la presidencia de Honduras es un recién llegado a la arena política. Pero para nada un desconocido.

Salvador Nasralla Salum ha sido una presencia constante en muchos hogares hondureños durante más de tres décadas, ganándose incluso el apodo de «El señor de la televisión» por su larga trayectoria como presentador de concursos y comentarista deportivo.

Nasralla participó en los comicios del domingo como candidato de una alianza coordinada por otro hondureño que no necesita presentación: el expresidente Manuel «Mel» Zelaya, depuesto por un golpe de Estado en junio de 2009.

Y según los primeros resultados oficiales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), con un 57% de los votos escrutados el candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura (En Alianza) aventaja a Hernández, su rival del Partido Nacional, en casi cinco puntos porcentuales, 45,17% a 40,21%.

La ventaja -poco más de 90.000 votos- está lejos de ser definitiva. Pero lo cerrado de la contienda no evitó que el candidato de la Alianza se autoproclamara vencedor poco después de que Hernández también hiciera lo mismo.

Y su reacción al precipitado anuncio de victoria de JOH, como la mayoría de los hondureños conoce al actual mandatario, también dejó de manifiesto la exuberante personalidad del comunicador, de 64 años.

«Sinceramente hay que ser caradura para hacer lo que hizo (el presidente Hernández)», le dijo Nasralla a la prensa nacional e internacional, imitando un acento argentino.

Nacido el 30 de enero de 1953 en el seno de una acomodada familia de origen libanés, Nasralla es el representante inesperado de una coalición que ha sido descrita como de izquierda por ciertos sectores de la prensa.

Estudió ingeniería industrial y administración de empresas en la Universidad Católica de Chile -el país natal de su madre- y a su regreso al país se desempeñó como gerente de Pepsi Cola.

En 1981, sin embargo, debutó en los medios de comunicación al frente del programa «5 Deportivo» -que todavía se transmite-, lo que le abrió la jefatura de prensa de la selección hondureña de fútbol en el Mundial España 82.

A inicios de los 90 lanzó el exitoso programa de concursos «X-0 da dinero», con el que se consolidó como el rostro más reconocible de la televisión catracha, para la que también ha presentado el concurso de belleza Miss Honduras o programas como «Bailando por un sueño».

De la dimensión política de Nasralla también dan cuenta su programa «Salvador a las 7» y sobre todo la fundación del Partido Anticorrupción (PAC), anunciado por él en abril de 2011 y legalizado en 2013.

De confirmarse la tendencia revelada por los primeros resultados oficiales, «El señor de la televisión» -quien se casó con la ex Miss Honduras Iroshka Elvir, 38 años menor, el año pasado, según sus críticos para acallar rumores sobre su sexualidad- podría convertirse también en su próximo presidente.

De la mano de Zelaya

Esta no es, en cualquier caso, la primera vez que Nasralla intenta llegar a la presidencia.

Como candidato del PAC en las elecciones de 2013, el presentador obtuvo casi medio millón de votos (un 13,43%), muy por detrás de Hernández y de la esposa de Zelaya, Xiomara Castro, quien participó por el Partido Libertad y Refundación (Libre).

Su participación en esos comicios fue interpretada por muchos como una maniobra a favor de JOH, al dividir a la oposición representada por el partido fundado por Zelaya.

Pero eso no evitó que la Alianza contra la Dictadura -en la que participan también Libre y el partido Innovación y Unidad (PINU)- decidiera llevarlo este año como su candidato en lugar de Castro, confiando en atraer así votantes más allá de la base de apoyo tradicional del exmandatario.

Nasralla, por su parte, no ha tenido reparos en tildar al gobierno de JOH de dictadura y moverse cada vez más hacia la izquierda.

Su plan de gobierno, por ejemplo, se presenta como «una respuesta colectiva frente a la demanda de bienestar y cambios sociales que históricamente los sectores conservadores le han negado al pueblo hondureño».

Entre otros puntos, el programa de la alianza incluye la derogación de las que considera «leyes económicas nocivas», incluyendo la de las polémicas Zonas de Empleo y Desarrollo Económico, ZEDE, la principal promesa de campaña del presidente Hernández.

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La Alianza también dice tener como objetivo fundamental «la construcción de un nuevo modelo económico alternativo», para lo que plantea entre otras medidas, «revertir las privatizaciones», lo que anticipa posibles conflictos con las élites empresariales.

Y Nasralla tiene además que convencer a muchos hondureños de que no es un simple títere del expresidente Zelaya y probar que cuenta con la personalidad necesaria para gobernar en uno de los países más violentos del continente.

Antes el candidato de la Alianza de Oposición todavía tiene que asegurarse un triunfo que el propio presidente del TSE, David Matamoros Batson, dijo aún no era definitivo.

Para mientras, tanto él como el resto de Honduras esperan nerviosos los resultados finales.

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