La solidaridad no entiende de latitudes ni de complicaciones. Da igual que la catástrofe natural haya sido al lado de casa como si hay que recorrer miles de kilómetros para ayudar a personas que así lo precisen. Y esto fue lo que recientemente se vivió en Dominica, un precioso enclave de la Antillas menores del Caribe.
La asociación Soulajé Difikilté Frew (SDF), cuyo presidente es Yves Michel Malidor, se puso al mando de las operaciones para llevar la ayuda necesaria a este incomparable marco devastado por la acción del huracán ‘María’, que con su fuerza cinco se llevó por delante todo lo que salía a su paso.
El 3 de noviembre de 2017 después de varias horas cargando dos toneladas de provisiones en cuatro barcas y un grupo de voluntarios de la asociación Soulajé Difikilté Frew (SDF), entre los que se encontraba la española Cristina Martín, cruzaban los más de cien kilómetros que separan Dominica de Martinica, para intentar paliar las necesidades de la población devastada recientemente, por el huracán de categoría cinco ‘María’.
Una vez allí, se dirigieron en camiones al pueblo de Bense, situado en la zona norte, ya que debido a su difícil acceso es un lugar al que llegan pocos suministros, para repartir más de una tonelada y media de alimentos, agua y productos sanitarios en una de las zonas más devastadas de Dominica, en las Antillas menores del Caribe.
«Son difíciles de expresar las diferentes emociones que sentimos», manifiesta uno de los voluntarios.
Pasamos de la tristeza de ver a las familias que han perdido sus hogares, a la satisfacción por haber sido partícipes en intentar hacer un poco más llevadera su situación, aunque las palabras no son suficientes, uno debe estar en el lugar para darse cuenta de la inmensidad del daño y del trauma sufrido.
Una labor la de esta asociación, sin duda encomiable y transparente, ya que sus miembros han tenido que costear su traslado y ofrecen la posibilidad a quienes estén interesados, de mostrar qué y a quién se ha entregado el material de ayuda humanitaria.