Leopoldo López observó indignado cómo el régimen de Nicolás Maduro quemaba sin remordimiento a los camiones que transportaban la ayuda humanitaria para miles de venezolanos en situación de hambruna y enfermedad. Él conoce de cerca el lado más oscuro del régimen chavista, ese que mantiene encarcelado a su hijo, Leopoldo López, por ser un promotor de la lucha a favor de la democracia.
Una experiencia que le permite asegurar con seguridad que «es imposible creer en un diálogo cuando del otro lado tenemos un Gobierno que parecieran hijos putativos de Pablo Escobar. Han sido fieles a esa famosa frase de ‘Plata o plomo’: Plata, que es la que se están llevando del país; y plomo , que es lo que dan al pueblo». Así afirma en la entrevista con PD América, donde también ha analizado el regreso a Venezuela de Juan Guaidó.
«Detener al ingeniero Juan Guaidó sería un salto cuántico en los errores que ha venido realizado este régimen. A pesar de que ya se ha atrevido a poner en prisión a diputados y gobernadores, la situación se agrava aún más cuando se trata del presidente legítimo de la Asamblea Nacional y el presidente interino del país», explica López. En este sentido, asegura que dicho escenario sería una «justificación perfecta» para que ocurra una intervención militar en el país que sea capaz de recuperar la senda democrática.