Los efectos sociales por la crisis del coronavirus están acarreando consecuencias inimaginables, el virus que comenzó a finales de 2019 en China, ya se encuentra en todas las esquinas del mundo, incluso Argentina, donde una aventura amorosa tuvo como consecuencia el confinamiento de todo un pueblo.
La historia de cómo el pueblo de Selva tuvo que adoptar un régimen más estricto es digna de contar, en especial porque una infidelidad se encuentra en el ojo de la tormenta.
El pequeño pueblo del sur santiagueño, parece un pueblo fantasma. Los comercios, las escuelas y los edificios públicos se han cerrado, e incluso ha llegado al punto que los locales comerciales han evitado abrir por la historia colectiva de contagiarse del coronavirus.
Todo esto por un reencuentro amoroso de dos viejos conocidos que provocó una cuarentena comunitaria, todo por la llegada repentina de una mujer desde España, lo que motivo a un joven de 27 años, residente de Selva, no se resistiera a su antigua amante, que tan solo llegar se comunicó con él para decirle que deseaba reencontrarse con él, por lo cual el hombre decidió hacer la maletas para tener el deseado encuentro.
A pesar de los dos estaban casados y tenían ya una vida hecha con sus parejas, consumaron el encuentro amoroso en Córdova, Argentina. Así lo contó El Clarín, que tuvo acceso a toda la historia. Y que desveló que a pesar de que la mujer le confesó que tenía síntomas del COVID-19, a él le importó poco y siguieron intimando mientras ella comentaba los detalles de su viaje a España.
Poco tiempo después, el joven regresó a Selva y organizó un asado de bienvenida para todos sus amigos, aproximadamente 20 personas. Todos compartieron historias entre copas, pero repentinamente el joven confesó su reciente aventura.
La gran sorpresa de todos los presentes fue que que el joven confesara que su amante llegada de España tenía síntomas del COVID-19, aunque restaba total importancia.
La noticia corrió como la pólvora, y se convirtió en un escándalo a nivel provincial, nacional y ahora internacional. La mujer, casada y en convivencia con su marido, fue identificada después fue obligada a aislarse junto a él, que también está siendo sometido a aislamiento ante la presunción de contagio.
Y todo el pueblo paga las consecuencias, ya que la pareja de infieles no son los únicos aislados por precaución: el amante, así como todos los asistentes a la reunión social donde se destapó la noticia y sus familias, han sido confinados de manera preventiva hasta que se reciban los resultados de los análisis.
