El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha dado su visto bueno para la implementación del uso de la fuerza letal contra los miembros de pandillas que, según él, aprovechan la pandemia de coronavirus.
Después de un fin de semana en el que al menos 50 personas fueron asesinadas en todo el país, el Ejecutivo salvadoreño ha autorizado que la policía y el ejército utilicen la fuerza letal, y además de esto, se decidió a tomar medidas también en las prisiones y ordenó un confinamiento de 24 horas en siete de las cárceles de alta seguridad del país, colocando láminas de metal sobre las celdas de la cárcel y alojando juntos a prisioneros de diferentes pandillas.
Entre otras, ordenó suspender todo contacto de los reclusos con el exterior, un «encierro absoluto 24 horas al día» y el aislamiento de los cabecillas de los grupos.
El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para la defensa de la vida de los salvadoreños.
Instamos a la oposición a que se pongan del lado de la gente honrada, y a las instituciones que controlan a dejar de proteger a quienes asesinan a nuestro pueblo.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) April 26, 2020
«Se acabaron las celdas de una misma pandilla, hemos mezclado a todos los grupos terroristas en la misma celda, en todos los centros penales de seguridad. ¡El Estado se respeta!«, escribió en un tuit el viceministro de Justicia, Osiris Luna Meza, confirmando el pasado domingo 26 de junio el inicio de una de las medidas previstas en el estado de emergencia decretado también en las cárceles.
Tras al anuncio, tanto Luna Meza como otras cuentas oficiales del gobierno se dispusieron a dejar imágenes en Twitter, en las mismas se puede observar a los reos hacinados, todos mezclados con miembros de pandillas rivales, se pueden identificar por los tatuajes.
En las fotos se ve a decenas de presos, sentados en fila en el suelo y esposados, casi pegados unos sobre otros y algunos de ellos usando cubrebocas.
Las pandillas no van a detener el trabajo que estamos realizando por cuidar la vida de los salvadoreños. Vamos a ir tras estos grupos criminales. pic.twitter.com/nVIGhIITMw
— Casa Presidencial (@PresidenciaSV) April 26, 2020
Las fotos muestran que en estos centros no llevan a cabo las normas del aislamiento social establecido para le resto del país, donde desde finales de marzo existe cuarentena domiciliar obligatoria para prevenir los contagios de coronavirus.
«Las maras están aprovechando que casi la totalidad de nuestra fuerza pública está controlando la pandemia», escribió Bukele en su cuenta de Twitter.
Como suele hacer el mandatario salvadoreño, utilizó su cuenta de Twitter para exigir al director de centros penitenciarios que ordenara «emergencia máxima» en las cárceles dónde se albergan pandilleros, y destacó que contaba con «información de inteligencia de (la existencia de) órdenes de homicidios emitidas desde ahí«.
No obstante, algunos organismos de derechos humanos dieron la voz de alarma por las consecuencias las medidas que consideran «drásticas», como que el presidente, Nayib Bukele, autorizó a policías y ejército el uso de «fuerza letal» en el marco de esta nueva ola de violencia en El Salvador.
El Salvador se ha mantenido por años como uno de los países más violentos del mundo, en gran medida producto a las actividades de pandillas como la Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, que con al menos 70.000 miembros se dedican a cometer delitos de extorsión y narcotráfico, entre otros.
No obstante, desde que Bukele llegó al poder el pasado junio de 2019, ha hecho de la delincuencia su principal enemigo, y ha logrado reducir los homicidios (la tasa por cada 100.000 habitantes pasó de 51 en 2018 a 35,8 el año pasado), y la cifra se mantenía en un dígito diario desde que comenzó la cuarentena por coronavirus.