Pablo Iglesias sigue demostrando sus similitudes con Hugo Chávez.
Con apenas unos meses en el Gobierno, el líder de Podemos ya imita como una ‘cacatúa bolivariana’ las amenazas del dictador venezolano a la oposición.
El vicepresidente segundo, al mejor estilo chavista, se encaró con el diputado del Partido Popular, Teodoro García Egea, durante el pleno del Congreso de este miércoles 23 de septiembre.
Al sentirse arropado por el poder, Iglesias sentenció: «Ustedes han condenado su propio futuro a caminarlo con la ultraderecha. No volverán a formar parte del Consejo de Ministros de este país».
Sus palabras no pasaron desapercibidas, ya que tienen un tono de sentencia que está muy lejos de la opinión o del deseo. Un estilo idéntico al empleado por Hugo Chávez cuando comenzó a instaurar la dictadura que ahora está en manos de Nicolás Maduro.
Así queda reflejado en una de las interminables alocuciones del tirano venezolano.
“Esa es la derecha, esa es la oposición que tenemos. Y esas personas con tanto odio pretenden volver a gobernar a Venezuela. ¡Se lo tenemos que hacer imposible!”, dijo el dictador Chávez.
A lo que agregó “no van a volver, hagan lo que hagan. Se los jura Hugo Chávez, aquí con el pueblo. Se los juro y se los requetejuro”.
La amenaza de adueñarse del poder fue una constante durante el régimen de Hugo Chávez y sigue siéndolo con Nicolás Maduro. No en vano, el actual tirano usurpó el poder tras unas elecciones presidenciales no reconocidas por la comunidad internacional y prevé repetir un fraude electoral en diciembre de 2020.
Un modelo que, por las palabras calcadas por Pablo Iglesias, se estaría implementando en España con el objetivo de que la oposición “no vuelvan a formar parte del Consejo de Ministros”.
Otra ‘coincidencia’
El vicepresidente segundo despertó los fantasmas de “golpes de Estado” la Comisión de Reconstrucción del pasado 29 de mayo de 2020.
Un argumento que, durante años, utilizó Hugo Chávez para justificar una mayor represión o el acceso a más cuotas de poder. Sin embargo, no fue el único.
Nicolás Maduro, Fidel Castro, Daniel Ortega y Evo Morales también se escondían detrás de esa falsa acusación para atrincherarse en sus cargos, desde donde fueron destruyendo la democracia de sus países.
Un vídeo de Hugo Chávez hablando de los golpes de Estado demuestran que el líder de Podemos tiene una ‘escuela’ muy clara.
En la grabación se escucha al dictador bolivariano decir: “La extrema derecha, nunca abandonará la carta del golpismo. Es su naturaleza”, afirmó, pese a que participó en dos intentos fallidos de golpe de Estado.
Los términos ‘extrema derecha’ y ‘golpe de Estado’ son idénticos a los utilizados por el vicepresidente segundo. Sin embargo, no es la única similitud.
“El fascismo es su naturaleza”, seguía el tirano. Siendo una evidente acusación que, desde Podemos, hacen a todo quien opine o piense distinto. No en vano, bastó que la izquierda perdiera con los votos Andalucía para que mandaran a la calle a los ‘matones’ de las brigadas antifascistas.
“El odio cada día más grande, en contra del pueblo y sus líderes, en contra nosotros pues”, remataba el dictador bolivariano. Un intento de vincular al oponente con el ‘odio’ y a ellos con el ‘amor’. ¿Acaso no tildaron desde Podemos a los manifestantes contra el Gobierno de ser promotores del odio?
El tono beligerante usado por Chávez es parecido al empleado por el fundador de Podemos cuando atacó a VOX y les acusó de querer dar un golpe de Estado.
En concreto, comenzó afirmando: “Y aunque a veces parezca que más quieren dar un golpe de Estado que proteger la democracia española, estoy dispuesto a dialogar con cualquiera”.
Una afirmación que hizo a Iván Espinosa de los Monteros interrumpir al vicepresidente y exigir al presidente de la Comisión para la Reconstrucción, Patxi López, que pidiera la rectificación del podemita.
Respaldar al chavismo
A pesar de que Podemos y su líder han intentado desvincularse de Venezuela para evitar levantar sospechas de su modelo político o de sus negocios turbios previos, aún mantienen los nexos tan vigentes como el primer día.
Es importante destacar que Podemos evitó condenar este 24 de septiembre las torturas del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.
El partido de Pablo Iglesias, los independentistas catalanes (Junts, ERC, CUP) y Bildu fueron los únicos en votar en contra de una iniciativa del Partido Popular que denuncia las violaciones de los derechos civiles en Venezuela, entre otros aspectos.
Con los partidos de extrema izquierda ratificando su apoyo a una dictadura en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, se demuestra que existe un ala radical en el Gobierno de Pedro Sánchez que respalda un régimen sancionado internacionalmente por violar los Derechos Humanos.
Ayudar al fraude de Maduro
Como adelantó Periodista Digital, el Gobierno de Pedro Sánchez y el alto representante para la política exterior europea, Josep Borrell, están trabajando conjuntamente para dar validez a las elecciones convocadas por la dictadura de Venezuela.
El objetivo sería aceptar las elecciones, a sabiendas de que el resultado será favorable al régimen y que supondrá la salida de Juan Guaidó de la Asamblea Nacional, con la excusa de que las votaciones tenían “un pequeño espacio democrático”.
La ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González, ya mostró señales en ese sentido al indicar ante los medios de comunicación que “si hay espacio, por pequeño que sea, para que se celebren elecciones con condiciones democráticas España lo apoyará”.
Unas palabras que recuerdan las polémicas declaraciones de Henrique Capriles Radonski, quien, siguiendo la peligrosa línea marcada por José Luis Rodríguez Zapatero, llamó a participar en el fraude electoral.
“Este no es un régimen democrático, pero si deja una rendijita tenemos que meter la mano, para luego meter el pie”, afirmó.
Un plan que generó una gran tensión entre Estados Unidos y la Unión Europea contra el Gobierno de España.
Las presiones internacional obligaron a Josep Borrell a rectificar públicamente y exigir grandes cambios en las votaciones de Venezuela. Sin embargo, los ‘planes españoles’ se han reconducido bajo la guía de Nicolás Maduro.
Una “comisión privada”
Nicolás Maduro es consciente de que la mayoría de la Unión Europea rechaza tanto las elecciones como su régimen dictatorial. Por eso, se centra en su principal aliado dentro de la región: el Gobierno del PSOE-Podemos.
El dictador venezolano está pactando con el Gobierno de Pedro Sánchez el envío de una “comisión privada” de la UE (liderada por España), que legitimarán el resultado una vez realizado el fraude electoral de diciembre.
Maduro ya dejó entrever el plan instando a la Unión Europea a enviar a Venezuela una comisión que observe “en privado” las próximas elecciones parlamentarias.
“Si no pueden mandar una súper comisión a las elecciones de Venezuela, manden una comisión en privado”, manifestó el dictador venezolano.
Justamente, esa “comisión privada” bastaría para contar con un respaldo internacional de su fraude, más allá de sus imparciales aliados de Cuba, Rusia, Argentina, México e Irán.
“Si quieren ver la verdad, manden una comisión en privado, nosotros los vamos a atender muy bien y ustedes podrán ver la campaña electoral, las elecciones, podrán ver la verdad de Venezuela”, lanzó el señuelo Maduro ya negociado con el PSOE y Podemos.
Aunque Maduro se ha referido constantemente a una “comisión”, por el contexto y el resto de comentarios, se entiende que habla de una misión de observación electoral, ya que fue esta solicitud la que rechazó el bloque comunitario.
En este sentido, el objetivo es tener un ‘plan B’ al que aferrarse para hacerse con el control de la última institución democrática del país: la Asamblea Nacional de Venezuela.