La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha expresado su inquietud por los pasos dados por las instituciones de Venezuela para la organización de elecciones parlamentarias, «sin un proceso inclusivo de consulta previa», y ha abogado por trabajar para que haya comicios «creíbles» y «libres».
«Me preocupan las decisiones del Tribunal Supremo de Justicia, que obstruyen las libertades de selección de los representantes de siete partidos políticos, y el nombramiento no consensuado de los miembros del Consejo Electoral», ha señalado en su informe sobre Venezuela ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
En el informe, también se denuncia «el alto número de muertes de jóvenes en barrios marginados como resultado de operaciones de seguridad» y posiciona en más de 2.000 los asesinatos de este tipo en lo que va de año, 711 de ellos entre junio y agosto.
«Tras ejecutar a las víctimas ya neutralizadas, los cuerpos de seguridad las roban y manipulan la evidencia para presentar los hechos como un enfrentamiento», añadió Bachelet.
Asimismo, sobre la repercusión de la pandemia en Venezuela, la Alta Comisionada de la ONU manifestó preocupación por «el discurso estigmatizador de algunas autoridades, que responsabilizan de introducir la Covid-19 a los que retornan por cruces irregulares».
Así, ha considerado que la crisis sanitaria «se ha sumado a otras emergencias preexistentes» en Venezuela, como por ejemplo la alimentaria.
Por su parte, el dictador Maduro ha manifestado su «disposición de elevar, mejorar y profundizar las relaciones con la oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos».
Manifiesto mi disposición de elevar, mejorar y profundizar las relaciones con la oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, y espero en los próximos días sostener una videoconferencia con esta instancia, acogiendo la recomendación del Secretario General de la ONU. pic.twitter.com/hlkCbK9slI
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) September 25, 2020