Los criminales condenados a pena de muerte en Pekín serán ejecutados mediante inyección letal en lugar de por un disparo en la cabeza, a partir del próximo año.
Una sala para suministrar la inyección letal ya está lista para su uso oficial, que marca el final de la ejecución por arma de fuego en la capital china. Pekín sólo aplicaba la inyección letal a determinados funcionarios públicos, como por ejemplo, Zheng Xiaoyu, ex director de la Administración Estatal de Alimentos y Medicamentos, desde que el país legalizó el nuevo método en 1997.
1.718 PERSONAS EJECUTADAS
Aunque no existe una cifra oficial del número de presos ejecutados en China, Amnistía Internacional (AI) denunció que al menos 1.718 personas fueron ejecutadas y otras 7.003 personas fueron condenadas a muerte en 2008. AI afirma además que la cifra en China puede ser más elevada, ya que los datos sobre las condenas de muerte y las ejecuciones son un secreto de Estado en el país asiático.
En otras ciudades chinas como Kunming (en la provincia suroeste de Yunnan), Shanghái (costa este), Cantón (sur) y Chengdu (capital de Sichuan), se administraba también la inyección letal a algunos prisioneros. Se cree que la inyección letal es más fácil de manejar y que es un método más seguro, más rápido y libre de contaminación. (Agencias)
