EE UU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania buscan una salida diplomática al reto nuclear de Teherán
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El gobierno iraní ha anunciado la construcción de 10 nuevas plantas destinadas al enriquecimiento de uranio, según ha informado la televisión estatal, lo que supone un desafío más a la comunidad internacional que llega tras la condena del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a Teherán por construir una planta en secreto.
Las nuevas instalaciones de enriquecimiento tendrán un tamaño similar al complejo de Natanz, y empezará a funcionar dentro de unos dos meses, según la citada televisión.
El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, ha asegurado que su país está camino de poder producir entre 250 y 300 toneladas de combustible nuclear al año.
La televisión estatal asegura que el emplazamiento de cinco de las diez plantas ya está decidido, mientras que la Organización Atómica Iraní está estudiando donde se emplazarán las otras cinco.
La construcción de estas nuevas plantas agravará las tensiones entre Irán y el grupo de los Seis (EE UU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania, G-6), que buscan una salida diplomática al plan nuclear de Teherán, que asegura que su fin es producir energía nuclear, y no armamento.
El Parlamento iraní ha instado al Gobierno del país a que le remita un plan para reducir el nivel de cooperación con el.
Se trata de una respuesta formal, ya anunciada durante esta semana, a la condena por parte del OIEA de la planta de enriquecimiento de uranio de Qom, que el régimen de los ayatolás construía en secreto hasta que fue descubierta por los países occidentales el pasado mes de septiembre.
Poco antes de la decisión parlamentaria, el portavoz del Parlamento, Alí Lariyani, había advertido de que Teherán podría restringir sus relaciones con el organismo de supervisión nuclear de Naciones Unidas si se mantiene la actual presión internacional sobre el programa nuclear iraní.
«Si Occidente sigue presionándonos, el Parlamento podría revisar el nivel de cooperación con el OIEA», ha declarado Lariyani, antiguo negociador iraní sobre el programa nuclear de la República Islámica.
La resolución del OIEA, que contó con el apoyo de Rusia y China, ha enrarecido el ambiente de relativa cordialidad en el que han transcurrido las últimas conversaciones entre Irán y el llamado grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania) realizadas recientemente en Ginebra y Viena.