Esta es la pesadilla que hemos estado temiendo desde que entramos en Afganistán e Irak
Un terrorista suicida se inmoló este miércoles en el interior de una base militar afgana utilizada por la CIA en el que ya supone uno de los ataques más cruentos de los sufridos en ocho años de guerra por el personal de inteligencia estadounidense desplegado en la región.
En el atentado, perpetrado en la Base de Operaciones de Chapman, en la provincia oriental de Khost, cerca de la frontera con Pakistán, fallecieron al menos ocho civiles que permanecían en el interior del complejo. se trataba de agentes del servicio de inteligencia.
El asesino logró esquivar la seguridad del recinto y, ya en el interior, detonó un cinturón con explosivos hiriendo, además, a otras ocho personas, varias de ellas de gravedad, y entre las que no se encuentra personal militar.
«Esta es la pesadilla que hemos estado temiendo desde que entramos en Afganistán e Irak», ha afirmado John E. McLaughlin, ex responsable de inteligencia que ahora presta ayuda a los hijos de empleados la CIA que pierden la vida durante el desempeño de su trabajo.
«Nuestra gente está a menudo fuera de la línea de frente, sin protección de la fuerza adecuada, y ponen sus vidas, literalmente, en peligro».
MASACRE DE CANADIENSES
Cuatro soldados canadienses y una periodista de la misma nacionalidad han fallecido en Kandahar, al sur del país, al ser alcanzado su vehículo blindado por una bomba.
La periodista fallecida era Michelle Lang, de 34 años de edad, quien trabajaba como reportera para el diario Calgary Herald.
Lang gozaba de prestigio profesional en Canadá, especialmente desde que en 2008 fuese galardonada con el Premio Nacional de Prensa del país al reportaje más impactante del año.
El atentado, en el que también resultaron heridos otros cuatro soldados y un funcionario canadienses, ha ocurrido a unos cuatro kilómetros a las afueras de la ciudad de Kandahar.