Un escándalo de corrupción empaña la liga de críquet indio y alcanza al Gobierno

Un escándalo de corrupción empaña la liga de críquet indio y alcanza al Gobierno
. Agencia EFE

Empresarios poderosos, actores de Bollywood y altos cargos políticos son las caras del mayor escándalo de corrupción en el mundo del críquet de la India, por el que ya han rodado dos cabezas, entre ellas la de un viceministro.

En sólo tres años, la Indian Premier League (IPL) ha crecido como la espuma hasta ser la referencia mundial del críquet, pero los supuestos tejemanejes de sus dirigentes y las alegaciones de evasión de impuestos han puesto en un brete incluso al Gobierno del país.

El escándalo llegó al punto de que el Comité de Control de Críquet (BCCI) apenas esperó a la entrega de premios de la IPL celebrada anoche en Bombay para suspender al jefe de la IPL, Lalit Modi, en el ojo del huracán desde hace dos semanas.

«Los supuestos actos delictivos individuales por parte del señor Lalit K. Modi, presidente de la IPL y vicepresidente del BCCI, han manchado el nombre a la administración del críquet y del deporte mismo», argumentó el presidente del BCCI, Shashank Manohar.

Modi, que había asegurado que hoy se presentaría a la reunión en Bombay del consejo de gobierno de la IPL para exponer su versión, recibió en cambio un plazo de 15 días para defenderse de las acusaciones -un total de 22- y evitar una acción disciplinaria.

Pero su suspensión espoleará a buen seguro las denuncias de irregularidades en la IPL, el imperio que Modi inició hace tres años.

El escándalo, paradójicamente, comenzó cuando Modi reveló a través de «twitter» que una amiga íntima del viceministro indio de Exteriores Shashi Tharoor había recibido acciones gratis en un nuevo equipo, por valor de 15,7 millones de dólares.

Bajo presión de la oposición, Tharoor se vio obligado a dimitir el pasado día 19, pero los medios indios continuaron tirando de la cuerda portada a portada y el Gobierno terminó por lanzar redadas de los inspectores de impuestos en las sedes de los equipos, aunque ha esquivado una investigación parlamentaria.

«La IPL es el mayor fraude del siglo XXI. Se ha convertido en un canal para blanquear dinero en el país», dijo el domingo un portavoz del principal partido de la oposición, el BJP.

La controversia que ha envuelto a la IPL demuestra «cómo el espíritu del deporte se destruye cuando se convierte en negocio», dijo por su parte el popular santón Sri Sri Ravi Shankar.

En las últimas semanas, han trascendido los nombres de los dueños de los equipos -grandes empresarios, populares estrellas de Bollywood- así como sus conexiones con distintos líderes políticos y de la familia de Modi, relacionada a su vez con los pingües derechos televisivos de la IPL.

Se dijo que el ministro de Aviación, Praful Patel, dio a Tharoor información privilegiada sobre el valor de las franquicias de la IPL, que la hija del primero retrasó vuelos regulares para que viajaran los equipos de deportistas, y que el propio Modi manipuló las subastas para que los equipos cayeran en manos afines.

Hasta los detractores de Modi reconocen su capacidad para levantar un imperio que enamora a las masas y que, apoyado en una mercadotecnia eficaz, ha triplicado el valor de los equipos.

Compuesta por ocho escuadras, la IPL sigue un modelo de franquicias, con ligas concentradas en un mes de duración y salarios astronómicos sólo por detrás de los que paga la liga estadounidense de baloncesto NBA.

Según datos ofrecidos por la prensa, la IPL mueve un negocio algo superior a los 4.000 millones de dólares.

Modi ha sabido conectar con las nuevas tendencias de los jóvenes urbanos con ayuda de las «glamourosas» estrellas de cine: varios actores poseen equipos y otros han firmado contratos de imagen, lo que ha disparado las audiencias y atraído masas de capital.

Fiel a ese principio, la organización no dudó en aderezar la final de anoche con un gran espectáculo, con bailes de los populares actores Shahid Kapoor y Bipasha Basu y números de animadoras y bailarinas embozadas en trajes inspirados en el carnaval brasileño.

También habló Modi, que se puso emotivo y prometió asumir responsabilidades, si las hubiera: «Hemos tenido muchas insinuaciones, medias verdades y filtraciones intencionadas (…) Me gustaría aseguraros a los seguidores de todo el mundo que la IPL es limpia y transparente».

Entre confetis, fuegos artificiales y ante 50.000 espectadores tan excitados como decepcionados, la final de la IPL en Bombay arrojó una sorprendente victoria de los Superkings de Chennai, que derrotaron a los Indians de Bombay por 168 a 142. Poco después, Modi fue suspendido.

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Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

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