Los candidatos filipinos se disputan el favor de los líderes espirituales

Los candidatos filipinos se disputan el favor de los líderes espirituales
. Agencia EFE

Los candidatos en las elecciones presidenciales de Filipinas pugnan por ganar el favor de los líderes espirituales más relevantes y con una influencia entre la población capaz de inclinar la balanza.

Uno de los más destacados, el pastor Apollo Quiboloy, gurú del Reino de Jesucristo, secta con seis millones de seguidores, reveló este domingo su apoyo a Gilberto Teodoro, el candidato del partido de la presidenta del país, Gloria Macapagal Arroyo.

El pastor tenía previsto anunciar su decisión el 25 de abril, con motivo de su 60 cumpleaños, pero pospuso el pronunciamiento porque «Dios aún no le había contestado».

Es probable que este anuncio del líder evangelista, autoproclamado como «hijo de Dios», dé un empujón electoral a Teodoro, que no ha superado el 10 por ciento de intención de voto en ninguno de los sondeos difundidos por la prensa.

Algunos analistas políticos consideran que al menos dos millones de adeptos del Reino de Jesucristo seguirán la recomendación del pastor en un país en el que el censo electoral supera los 50 millones de personas.

«Hagamos saber esta noche a todos los filipinos que el Padre Todopoderoso ha elegido al presidente de esta nación, que no es otro que Gilberto Teodoro», proclamó el sacerdote durante el tradicional concierto anual de acción de gracias de su movimiento.

«Con este pronunciamiento puedo hundirme o salvarme, pero sé que es lo mejor para esta nación», añadió el guía espiritual, quien confesó haber pasado varias noches rezando para obtener la respuesta divina.

Este tipo de apoyos, que podrían resultar anecdóticos en otras naciones, son de gran importancia en Filipinas.

Horas después de la declaración del líder evangelista, Mar Roxas obtuvo el respaldo de Quiboloy a su candidatura a la vicepresidencia del país.

Roxas se presenta a las elecciones del 10 de mayo con el equipo del senador Benigno Aquino, más conocido por «Noynoy», aspirante a la jefatura del Estado y que, a una semana de los comicios, encabeza los sondeos de intención de voto.

Quiboloy desempeña un papel importante en cada cita electoral de Filipinas, un archipiélago en el que la omnipresencia de la Iglesia Católica se mezcla con ritos y supersticiones más propios de la cultura asiática.

Casi todos los candidatos han pasado en las últimas semanas de visita para buscar su apoyo en el denominado «Reino celestial», la sede de su iglesia, situado en una colina cerca de la ciudad de Davao, en la conflictiva isla de Mindanao.

Otra secta que todavía no se ha decantado por ningún candidato a pesar de los constantes cortejos de los políticos es la poderosa Iglesia de Cristo, que contribuyó a la victoria de Macapagal Arroyo en las presidenciales de 2004.

Tanto «Noynoy» como el ex presidente Joseph Estrada, depuesto en 2001, aseguran a sus seguidores ser los elegidos por los líderes de esta facción de la Iglesia Católica surgida en Filipinas hace casi un siglo y que cuenta con más de seis millones de seguidores.

El senador Manny Villar, considerado el gran rival de «Noynoy» en la lucha por la presidencia, ha conseguido la bendición del arzobispo de Cebú, Ricardo Cardinal Vidal, quien aseguró que se trataba de un simple acto religioso y prefirió no pronunciarse en términos políticos.

Otro de los movimientos católicos más influyentes de Filipinas, El Shaddai, cuya participación en las presidenciales de 1992 fue decisivo en la victoria de Fidel V. Ramos, según algunos analistas, ha anunciado que aguardará hasta el sábado, dos días antes de los comicios, para revelar el nombre de su elegido.

Mike Velarde, el carismático líder de esta organización, adelantó que la postura de los candidatos respecto al uso de los anticonceptivos, prohibidos para sus fieles, será el factor determinante para su decisión final.

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