La aerolínea libia Afriqiyah Airways, a la que pertenecía el avión siniestrado esta mañana en el aeropuerto de Trípoli con 104 personas a bordo, de las que sólo ha habido un superviviente, expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas y rechazó «especular» sobre las posibles causas del accidente.
«Lamentamos anunciar la trágica pérdida del vuelo 8u 771 de Johannesburgo en un accidente durante su aterrizaje en el aeropuerto internacional de Trípoli a las 6:00 horas de este miércoles», reza el comunicado de la aerolínea difundido a través de su página web, en el que traslada sus condolencias a los familiares y amigos de las víctimas. Según la compañía, «la operación de búsqueda y rescate ya ha concluido y las víctimas han sido trasladadas a varios hospitales».
«Nuestro objetivo principal es prevenir que ocurran accidentes y se están haciendo todos los esfuerzos posibles para abordar cualquier error en nuestro sistema de gestión de seguridad», asegura Afriqiyah, que subraya que «en este momento no podemos especular más y daremos a conocer toda la información (sobre lo ocurrido) a medida que la recibamos».
La aerolínea, que ha puesto a disposición de los familiares de las víctimas dos números de teléfono, es propiedad del Estado libio y se fundó en 2001 para «materializar el sueño de unir directamente a los países africanos entre sí». La compañía afirma en su web que cuenta con «una moderna flota de Airbus», que le cedió inicialmente cinco aparatos y con la que firmó un contrato para la compra de once nuevos aparatos (cinco A-320 y seis A-350) así como el derecho de compra de otros cuatro aparatos del segundo modelo.
