Hizbulá abrió hoy al público las puertas del «sitio turístico del yihadista» en el sur del Líbano para conmemorar el X aniversario de la retirada israelí de la zona, mientras sigue el debate sobre las armas en poder del grupo chií.
Este año Hizbulá, que lidera la oposición política del Líbano, recuerda el fin en el 2000 de los 22 años de ocupación de Israel con la apertura de un centro temático sobre la Resistencia en la localidad sureña de Mlita, bombardeada en aquel entonces de modo intenso por los israelíes al considerarla un feudo del grupo chií.
En el lugar, donde centenares de personas hacían cola hoy desde las 07.30 horas local (04.30 horas GMT), aunque las puertas no se abrían hasta las 10.00 hora local (07.00 horas GMT), el visitante puede ver desde los tanques capturados a los israelíes durante la ocupación hasta los últimos modelos de armas.
Una de las visitantes, Denise el Husaini, profesora residente en Echmun, cerca de Beirut, expresó a Efe su orgullo por el lugar y la Resistencia que, según ella, ha permitido que se pueda vivir en el Líbano sin temor a que Israel les ataque en cualquier momento.
Uno de los guías, Mohamad, explicó que el objetivo de esta iniciativa es «contar la historia de la Resistencia desde sus comienzos, difíciles y casi artesanales, hasta la liberación en el 2000 y el apogeo en el 2006».
Todo en Mlita es símbolo: Desde las ocho columnas inclinadas que rodean el cementerio de los blindados israelíes, que representan las ocho brigadas del «Tsahal» (Fuerzas de Defensa de Israel), que Hizbulá asegura que destruirá, hasta la Plaza de la Victoria donde hay un monolito en honor a sus mártires.
Además, los visitantes pueden adentrarse en grutas excavadas en la roca, donde los combatientes se ocultaban para atacar posiciones israelíes o de sus aliados, o bien donde simplemente descansaban, oraban e incluso jugaban para pasar el tiempo a la espera de recibir órdenes.
También, hay una sala de exposiciones donde se detallan los botines de guerra de Hizbulá y se explica la estructura del Ejército israelí, además de proporcionar datos sobre armas y vehículos, todo ello ilustrado con un mapa donde se muestran los lugares que el grupo podría bombardear en Israel, si este país ataca al Líbano.
En un muro, aparece la firma de dirigente militar de Hizbulá Imad Mugniye, asesinado en un atentado en febrero de 2008 en Damasco y considerado por su grupo como el artífice de «las victorias» del 2000 y 2006.
Mohamad señaló que no tienen miedo de mostrar sus medios de combate porque, «en la actualidad, esto ya no se utiliza más», ya que ahora disponen otras herramientas y técnicas.
«Si antes los israelíes podían tener una pérdida por cada uno de nuestros combatientes, de ahora en adelante no sabrán cuántos», advirtió el guía.
Este «parque de atracciones» de Hizbulá aún no ha sido terminado, ya que en una segunda fase se va a construir un teleférico para unir Mlita con la localidad de Sujud, y en una tercera etapa se crearán restaurantes y piscinas, porque el grupo chií desea demostrar que la resistencia es también alegría de vivir.
Para Fadia, una de las visitantes hoy de Mlita, procedente de la ciudad sureña de Nabatíeh, el Líbano es «ahora un país soberano».
«Nuestra vida ha cambiado gracias a la resistencia. Ahora nuestros hijos saben que somos un país sólido. Antes los israelíes entraban y salían del país como querían, pero ahora saben que no pueden hacerlo más, que no será un picnic», aseguró Fadia a Efe.
Una opinión que no es compartida por todos los libaneses, ya que algunos piden que sea el Estado quien tenga el monopolio de las armas y no un grupo militar.
Mlita está localizada a unos mil metros sobre el nivel del mar y desde allí se puede avistar Israel.
El lugar está decorado con árboles típicos del Mediterráneo, plantas y flores traídas de cada pueblo o ciudad que ha dado un mártir a la Resistencia.
