España ha triplicado en cinco años su presencia militar
El ministro se difrazó para la ocasión y los afganos, en justa contraprestación, lo han tratado a cuerpo de rey. Llegados desde todos los rincones de Badghis, los notables y las autoridades de la provincia afgana agradecieron este domingo a Miguel Ángel Moratinos, la ayuda militar y civil que España viene aportando en esta zona, al oeste del país.
Agradecieron y pidieron más, porque los afganos llevan muchos meses solicitando una mayor implicación de España en la guerra que se libra allí contra los talibán, los señores del opio y los terroristas de Al Qaeda.
VISITA A LAS TROPAS
Después de visitar a las tropas españolas en la base de Qala e Naw, Moratinos fue invitado por el gobernador de Badghis, Delban Jan Arman, a participar en una ‘jirga’, la tradicional asamblea afgana que agrupa a los dirigentes tribales, religiosos y políticos.
En un gesto inédito, al no ser habitual que una autoridad extranjera asista a este rito ancestral, Jan Arman quiso expresar de esta manera el agradecimiento por la aportación en los últimos cinco años. En este período, España ha destinado 130 millones de euros a asfaltar carreteras, construir escuelas y tender redes de saneamiento, regadíos y agua potable.
«Los logros no hubieran sido posible sin su ayuda. Tienen todo el apoyo de la población. Creemos en vuestras promesas«, le dijo a Moratinos el representante del presidente afgano, Hamid Karzai, en esta provincia, una de las más pobres y remotas del país.
La ‘jirga‘ se celebró en el patio del centro multiusos de la localidad inaugurado para la ocasión, bajo un toldo con ribetes con los colores de la bandera afgana -verde, rojo y negro.
UN SOFOCANTE CALOR
En medio de un sofocante calor mitigado por algunos ventiladores, más de 200 líderes locales aguardaron la llegada del ministro, quien lucía un chaleco de la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID).
Después de los cánticos de bienvenida de un grupo de niños, comenzó el acto con el rezo de una oración. El gobernador, concluido su discurso, obsequió a Moratinos con un ‘longui’ plateado (turbante de gala) y un ‘chapan‘ marrón (manto de mando), que el ministro accedió a ponerse en señal de cortesía.
«Es un acto muy emotivo«, confesó el ministro, orgulloso de los avances logrados gracias a la colaboración entre militares, cooperantes y los badghasíes, que son «un mismo equipo, una misma familia y comparten un mismo destino«.
LA FOTO DE KARZAI
Ante un atril con la foto de Karzai y flanqueado por las banderas española y afgana, Moratinos reiteró el compromiso de España con la reconstrucción del país.
«España no tiene ninguna agenda oculta en Afganistán. Sólo queremos ayudarles y asistirles para que recuperen su propia dignidad y su futuro, pero también les pedimos ayuda a ustedes. Si no quisiesen que estemos aquí, nuestro trabajo será baldío e ineficaz».
Ante la atenta mirada de los presentes, entre ellos varias mujeres con ‘burka‘ azul, Moratinos se mostró convencido de que «juntos» se puede derrotar a los insurgentes y avanzar en la llamada estrategia de «afganización«, que tiene como meta la cesión paulatina del control del país a las autoridades locales.
España ha triplicado en cinco años su presencia militar tiene guarniciones en Qala e Naw, la base de Herat y también en Badghis.
Son unos 1.300 soldados en la misión ISAF, distribuidos principalmente entre el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT) de Qala i Naw, donde también hay cooperantes, y la base de apoyo avanzado de Herat.
Moratinos ha asegurado que España mantendrá el apoyo civil, militar y de cooperación para contribuir al éxito de la estrategia de «afganización«, que tiene como meta la cesión paulatina del control del país a las autoridades locales.
«No estamos todavía en ninguna estrategia de salida, estamos en una estrategia de transición, de ‘afganización’ y por lo tanto, de compromiso».
EL GOBERNADOR Y SUS HERMANOS
El gobernador de la provincia calificó a España de «país amigo y hermano» y trasladó su felicitación por su reciente triunfo en el Mundial de fútbol de Sudáfrica.
Después de la ‘jirga‘, Moratinos, ataviado con el ‘longui‘ y el ‘chapan‘, visitó algunos de los proyectos de la cooperación española en Qala e Naw, como el hospital y la granja, y almorzó con los soldados en la base «Ruy González de Clavijo», estrenada la semana pasada por la ministra de Defensa, Carme Chacón.
Moratinos viaja a Kabul, para reunirse con Karzi y con el comandante de las tropas de Estados Unidos y la OTAN, general David Petraeus, antes de retornar a Madrid.