El Gobierno español difundió inicialmente la idea de que no había ataque, sino unicamente gente curiosa que se aproximaba a ver qué había pasado
Dos oficiales de la Guardia Civil y su intérprete, nacionalizado español, han fallecido este miércoles tiroteados por un «chófer» de la Policía «con contactos en los talibanes».
El capitán fallecido es José María Galera Córdoba de 33 años, natural de Albacete, y el alférez, Leoncio Bravo Picayo de 34, era originario de La Coruña.
Los guardias civiles en la base de la OTAN situada en la capital de Bagdhis, Qala e Naw, iban a supervisar la instrucción como hacían todas las mañanas ya que estaban realizando tareas de formación de la Policía afgana.
La antigua base de Qala-i-Naw, donde han asesinado a los españoles, está situada en el centro de la ciudad. En la nueva, inaugurada en julio y ubicada en las afueras, es donde está el grueso de los soldados españoles.
En la antigua están destinados una veintena de guardias civiles que son los que instruyen a la policía afgana.
PRÁCTICAS MORTALES
Los hechos se han producido sobre las 6.20 de la mañana (8.50 en España) en la antigua base de Qala-i-Naw, situada en el centro de la ciudad y donde una veintena de guardias civiles trabaja en la formación de la policía afgana, cuando nueve agentes de la Guardia Civil, acompañados de dos soldados españoles, impartían una clase de formación a 47 policías-alumnos afganos.
Entonces, el conductor, que según Rubalcaba era «chófer de uno de los dos fallecidos del capitán, creo», ha abierto fuego «con un rifle de asalto», presumiblemente un Kalashnikov, contra los dos agentes y el intérprete.
Acto seguido, los compañeros allí presentes, otros siete guardias civiles y dos soldados, lo han abatido a tiros.
Un portavoz talibán, Qari Mohamad Yusuf, ha declarado a Reuters que el agresor era miembro de los talibanes.
La versión del gobernador de la provincia de Baghdis, Dilbar Jan Arman, coincide con la del jefe talibán.
Según ha narrado a EFE, el agresor era un «chófer» de la Policía «con contactos con los talibanes» que tenía «todo planeado«.
El gobernador acusa a los terroristas de haber orquestado tanto el tiroteo como la posterior manifestación que ha tenido lugar en las calles de Qala-i-Naw.
Tras el incidente, alertados por el sonido de los disparos, se han concentrado a las puertas de la base unos cuantos cientos de personas.
Fuentes militares españolas estiman la multitud en unas 200 personas, mientras que las agencias hablan de hasta 2.000. Los concentrados, informados por megafonía de lo sucedido en el interior de la base, protestaban por el incidente y reclaman el cuerpo del policía afgano.
Dichas fuentes aseguran que se han vivido «momentos de tensión» con los concentrados, pero que no ha habido heridos.
Las agencias hablan de una concentración mucho más violenta.
En imágenes de CNN+, se ha podido ver a los manifestantes arrojando piedras contra la base y profiriendo gritos.
El capitán y el alférez forman parte del Grupo de Acción Rural de la Guardia Civil, con base en Logroño, desplazado a Afganistán para tareas de formación de la Policía.
EL GOBIERNO TARDA EN DAR SU VERSIÓN
Las tiendas y oficinas de Qala-i-Naw han cerrado sus puertas, según ha explicado el portavoz del gobernador de la provincia.
El Gobierno español difundió inicialmente la idea de que no había ataque, sino unicamente gente curiosa que se aproximaba a ver qué había pasado, pero otros testimonios son mucho más dramáticos.
Algún testigo, contactado por periodistas locales, aseguró que el fuego de armas ligeras se extendió por la ciudad.
«Todo el mundo trata de escapar y miles de personas están tratando de atacar la base del equipo provincial de reconstrucción».
LOS DOS MILITARES ESPAÑOLES CAÍDOS EN ACCIÓN
EL CAPITÁN
José María Galera, distinguido con dos Cruces al Mérito de la Guardia Civil
Natural de Albacete y con 33 años de edad, el capitán asesinado en Afganistán, José María Galera Córdoba, ingresó en la Guardia Civil en 2000 y en la actualidad estaba destinado en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural (UAR), con base en Logroño.
Hijo de un agente de la Benemérita ya retirado, Galera había sido distinguido con dos Cruces al Mérito de la Guardia Civil y una medalla OTAN.
El capitán se casó el año pasado en la localidad albaceteña de Tarazona de la Mancha, pueblo de donde es la madre de Galera. No tenía hijos.
«Él, en sus vacaciones, pasaba unos días por aquí», ha dicho la teniente de alcalde de la localidad, que ha señalado que «era una persona muy querida, que tenía aquí familia y amigos», y que, por ello, «hoy todo el pueblo ha amanecido consternado por esta triste noticia».
Los abuelos maternos de José María Galera residen en este pueblo, donde precisamente en estos días han estado de vacaciones los padres del joven, Georgina y José, que residen en Madrid, para asistir a las fiestas patronales del municipio, que terminaron este martes, ha explicado la teniente de alcalde.
Hasta ahora, la esposa de Galera permanece en el acuartelamiento de la Guardia Civil de Logroño atendida por psicólogos y permanentemente acompañada, según ha informado un portavoz del instituto armado en esa capital.
EL ALFÉREZ
Leoncio Bravo, un alférez de Vimianzo (A Coruña) que llegó en 1999 a la Guardia Civil
El alférez gallego fallecido en un tiroteo en Afganistán, Abraham Leoncio Bravo Picallo, tenía de 33 años de edad y era natural de Vimianzo (A Coruña), según ha informado el Ministerio del Interior.
Iba a ser relevado -como su compañero- en menos de un mes, concretamente, el 22 de septiembre.
Bravo Picallo ingresó en la Guardia Civil en 1999 y en la actualidad estaba destinado en el Centro de Adiestramientos Especiales de la Unidad de Acción Rural (UAR), con base en Logroño. Había sido distinguido con una medalla OTAN.
El alférez residió durante sus primeros años en el municipio, donde un abuelo trabajó en el Ayuntamiento de la localidad y su padre en teléfonos en el municipio.
Dos tíos del agente fallecido residen en la localidad coruñesa de Cee y precisó que, en la actualidad, no tenía familiares residiendo en Vimianzo, ya que su madre vive en Aranda de Duero.
MIEMBROS DE LA POMLT
Los dos agentes eran miembros de la POMLT (Equipos Operativos Policiales de Adiestramiento y Enlace) con base en Qala e Naw, integrados en una misión de adiestramiento de la OTAN para el entrenamiento y formación de la policía afgana.
La POMLT está formada por un teniente coronel de la Guardia Civil junto con otros 17 miembros del Cuerpo además de componentes de las Fuerzas Armadas (como tiradores y conductores).
Ambos guardias civiles se encontraban destinados en Afganistán desde el pasado mes de marzo y debían regresar a España, junto con el resto del contingente, el próximo 22 de septiembre.
Se trata de las dos primeras víctimas mortales de la misión española en Afganistán que pertenecen a las Fuerzas de Seguridad del Estado y no al Ejército. En total, la Guardia Civil tiene desplegados en Afganistán un total de 37 efectivos integrados en diferentes misiones.