Intervienen en un bazar material para fabricar más de 2.000 bombas

Militares de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) y del Ejército Nacional afgano han intervenido en un bazar de la provincia de Helmand, en el sur del país, más de 23 toneladas de nitrato amónico, con el que los insurgentes hubieran podido fabricar más de 2.000 artefactos explosivos improvisados (IED, en inglés), según informó en un comunicado la misión que dirige el general estadounidense David Petraeus.

El director del Centro de Operaciones Combinadas de la ISAF, el coronel del Ejército estadounidense Rafael Torres, confirmó el hallazgo y la destrucción del arsenal y aseguró que la neutralización de todas las sustancias y armas encontradas en el bazar «equivale» a eliminar «más de 2.000 IED», que «ya no serán usados contra afganos ni contra sus fuerzas de seguridad».

Además de las 23,7 toneladas de nitrato amónico, en el bazar fueron hallados 18 platos de presión, cuatro ollas express, 500 litros de ácido, 2.000 kilos de precursores químicos, 60 cajas de munición de ametralladora de 50 milímetros de calibre, «numerosas armas automáticas y munición y 40 kilos de opio.

El registro del bazar de Barham Chah, en el distrito de Jan Nesin, en Helmand, se produjo este lunes después de que los militares mataran a «numerosos insurgentes» en el curso del combate que mantuvieron el sábado y el domingo contra los rebeldes que defendieron el cargamento.

Las fuerzas aliadas y afganas se impusieron a los insurgentes con tácticas combinadas terrestres y con el apoyo de aeronaves de combate, que les permitieron avanzar posiciones y cercar el bazar. La ofensiva de los militares comenzó el sábado por la mañana y se completó el domingo por la mañana, cuando consiguieron despejar los alrededores del bazar.

Fue entonces cuando la misión de la OTAN y el Ejército afgano, además de hallar algunos pequeños grupos de insurgentes armados, encontró «numerosos» artefactos explosivos improvisados (IED, en ingles), también conocidos como bombas artesanales o «bombas camineras», y contabilizó un total de quince rebeldes muertos por su fuego.

«Otros muchos insurgentes murieron y los heridos fueron trasladados por los insurgentes desde sus posiciones de tiro antes de que las fuerzas de seguridad afganas y la ISAF aseguraran las posiciones que dejaron vacantes los insurgentes», relató en su comunicado la fuerza de la Alianza Atlántica.

Todo el material explosivo, las armas, el opio, los productores químicos, los IED y el resto de «parafernalia insurgente» fueron destruidos en el mismo lugar del hallazgo por los militares de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad.

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