El Parlamento iraquí, en su primera sesión desde hace casi cinco meses, decidió elegir hoy mismo al nuevo jefe de Estado, después de la constitución hoy de la Cámara.
En la votación, sin embargo, no participan la mayoría de los representantes del grupo Al Iraqiya, el principal partido de la oposición, que se han retirado de la Asamblea.
Si se cumplen los pactos alcanzados en las últimas horas por los distintos grupos políticos, el dirigente kurdo Yalal Talabani será reelegido presidente de Irak, un puesto con escaso poder ejecutivo.
A última hora, sin embargo, surgió otro candidato para ocupar la jefatura del Estado, el juez Husein al Musawi, un chií independiente, pero se desconoce qué apoyos tiene entre los diputados reunidos hoy.
El presidente de la República tiene que ser elegido por una mayoría de dos tercios del Parlamento. Si ninguno de los aspirantes consigue esos dos tercios, en una votación posterior sólo será necesaria la mayoría simple.
Antes de procederse a la votación hubo varias intervenciones de legisladores sobre cuestiones de procedimiento, incluyendo la petición para que la Asamblea eligiera al jefe del Estado en una sesión posterior a la de hoy.
El jefe del grupo Al Iraqiya, Ayad Alaui, pidió un receso de quince minutos, y después de varias intervenciones, cuando veía que se iba a proceder a la votación para elegir al jefe de Estado, decidió retirarse de la sala acompañado por la mayoría de los diputados que forman parte de su grupo.
Posteriormente, también abandonó el Parlamento el recién elegido presidente de la Asamblea, Osama al Nuyaifi, según dijo por falta de confianza en las decisiones que se iban a adoptar hoy y por tener reservas para seguir presidiéndola.
Fue reemplazado por el primer vicepresidente del Parlamento, Qosay al Suhail.
A la sesión de hoy del Parlamento se llegó después de una serie de acuerdos firmados en las últimas horas entre los distintos grupos políticos que consiguieron desatascar la situación política desde las elecciones del pasado 7 de marzo.
Ningún grupo político logró sacar los suficientes escaños para gobernar en solitario, por lo que se hizo necesaria una larga negociación que dio sus frutos ayer, al anunciarse un reparto para las presidencias de la República y del Parlamento y para el nombramiento del primer ministro.
Este pacto incluye la decisión de que siga como primer ministro Nuri al Maliki. El nombramiento del primer ministro corre a cargo del presidente, que debe asegurarse que el jefe del Gobierno cuenta con el suficiente respaldo parlamentario.
