La Comisión Europea ha instado a Serbia a dar marcha atrás en su decisión de no asistir a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo tal y como viene reclamando Pekín y ha dejado claro que Bruselas espera que el Ejecutivo de Belgrado, que aspira a ingresar en la UE, «coordine su posición con la posición de los Estados miembros» que unánimemente han respaldado asistir a la ceremonia.
«Estamos muy decepcionados de escuchar esta posible decisión de Serbia», ha lamentado la portavoz de Ampliación en rueda de prensa, Angela Filote, preguntada si esto tendrá un impacto negativo en el proceso de acercamiento de Belgrado a la UE.
Filote ha adelantado que las autoridades europeas contactarán con el Gobierno de Belgrado con el objetivo de «ver si es posible escuchar una decisión diferente» y no descartó que el comisario de Ampliación, Stephan Fuhle, aborde esta cuestión mañana con el primer ministro serbio, Zoran Djindjic, con el que se reunirá en Bruselas.
La portavoz lamentó que varios países que participan en la Política de Vecindad de la UE hayan anunciado su intención de boicotear la ceremonia, entre los que concretamente citó a Marruecos y Egipto.
«En el centro de nuestra Política de Vecindad y de los partenariados con nuestros vecinos están los valores fundamentales en los que se basa la UE y estamos decepcionados de ver que de vez en cuando estos valores no son totalmente compartidos por nuestros socios», ha manifestado. «Incluyo sobre todo la protección de los Derechos Humanos», ha apostillado.
De momento, además de la propia China, Serbia, Marruecos y Egipto, Rusia, Kazajistán, Colombia, Túnez, Arabia Saudí, Pakistán, Irak, Irán, Vietnam, Afganistán, Venezuela, Filipinas, Sudán, Ucrania y Cuba han declinado la invitación para asistir a la ceremonia.