Más de diez insurgentes han muerto como consecuencia de un ataque de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), la misión de la OTAN en Afganistán, en la provincia de Paktika, en el sureste del país centroasiático.
La ISAF ha explicado en un comunicado que un equipo aéreo de la fuerza internacional realizó el ataque después de ver una gran cantidad de milicianos en dos puestos de observación de los insurgentes, armados con granadas propulsadas por cohetes.
Por otro lado, una patrulla conjunta de las fuerzas afganas y de la coalición detuvo este sábado a dos importantes líderes talibán en el distrito de Baghlan-e-Jadid de la provincia de Baghlan (noreste). Uno de ellos es experto en la fabricación de artefactos explosivos y el otro es responsable del asesinato de un gobernador del distrito de Nahrin.
En el distrito de Sangin, provincia de Helmand (sur), una patrulla de la ISAF mató e hirió a varios insurgentes después de ser atacada en distintas operaciones de seguridad realizadas este sábado.
Por otra parte, en el distrito de Zaray, en la provincia meridional de Kandahar, las fuerzas afganas e internacionales detuvieron a varios presuntos insurgentes y hallaron un alijo de droga formado por 680 kilos de marihuana y 159 kilos de semillas de marihuana. En el distrito de Shorabak, descubrieron 8.530 kilos de nitrato de amonio, que se puede usar como explosivo.
En la provincia de Jost, en el este, las fuerzas afganas y de la coalición detuvieron a un gran número de supuestos milicianos del grupo Hezb-E Islami Gulbuddin en el distrito de Sabari.
Por último, en el distrito de Mehtar Lam, en la provincia de Laghman (este), la ISAF encontró un alijo de armas formado por tres municiones de mortero, ocho cohetes, seis contenedores llenos de explosivos de fabricación casera y dos radios del Ejército afgano.
