El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha reconocido que es «optimista» ante la posibilidad de que la OTAN y Rusia lleguen a un acuerdo para cooperar en defensa antimisil y ha avanzado que espera que las partes alcancen un acuerdo en este sentido en la próxima cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza que se celebrará en mayo de 2012 en Estados Unidos.
En rueda de prensa al término de la reunión del Consejo OTAN-Rusia, Rasmussen ha dejado claro que la OTAN no aceptará un sistema integrado único de defensa antimisil compartido por aliados y rusos porque «la OTAN es responsable de la seguridad en su territorio y «no subcontratará su seguridad» en este sentido, por lo que apuesta por crear «dos sistemas independientes» que «intercambien información» entre sí con el objetivo de que ambos sistemas sean «mucho más eficientes». «La OTAN es responsable de proteger el territorio de la OTAN, es la esencia de nuestra alianza de defensa», ha insistido.
Preguntado por las garantías que exige la parte rusa para cooperar en materia de defensa antimisil, el danés ha confirmado que ha abordado este asunto en el encuentro bilateral con el ministro de Defensa ruso, Anatoly Serdyukov, al que ha trasladado que «las mejores garantías para Rusia es que se implique positivamente» y acuerde cooperar con la OTAN en este ámbito y ha insistido en que el sistema que planea impulsar la OTAN «de ninguna manera va dirigido contra Rusia».
El ministro de Defensa ruso, que se reúne con sus homólogos aliados por primera vez en tres años, se ha quejado en rueda de prensa de que «la OTAN no está escuchando a Rusia» en su reivindicación de obtener garantías, ha criticado que el sistema de defensa antimisil de la OTAN «podría disminuir el potencial estratégico de Rusia», en alusión a la posibilidad de que los aliados intercepten misiles balísticos rusos. Sin embargo, ha reconocido que no hay alternativa al diálogo y ha confiado en que las partes encuentren «una solución aceptable para todo el mundo».
«Está en el interés de Rusia implicarse en una cooperación positiva con la OTAN y centrarse en los desafíos reales para la seguridad, en lugar de centrarse en los fantasmas del pasado que ya no existen», ha apostillado Rasmussen evocando la Guerra Fría.
«No consideramos a Rusia como una amenaza para los países de la OTAN y los países de la OTAN no representan una amenaza contra Rusia», ha recalcado, al tiempo que se ha mostrado «optimista» ante la posibilidad de que las partes puedan cerrar un acuerdo sobre una propuesta concreta en la próxima cumbre de la Alianza, en mayo de 2012 en Estados Unidos. «Creo que al final del día podemos encontrar una solución», ha asegurado. «La amenaza de misiles es real y necesitamos una defensa real», ha justificado.
Rasmussen ha insistido en que hay que «tender puentes» para acercar «la posición y los intereses» de cada parte, ha dejado claro que no se puede pretender llegar a «un acuerdo desde el principio» y ha asegurado que los aliados y Moscú están «cerca de llegar a un acuerdo sobre los principios clave» para impulsar su cooperación en defensa antimisil basados en «la transparencia, medidas para aumentar la confianza y garantías mutuas» en ambos sentidos.
El secretario general aliado ha asegurado que los aliados y Moscú están haciendo «progresos constantes» en materia de cooperación militar, como demuestran «proyectos concretos» de cooperación para afianzar la lucha antiterrorista, incluido a través del intercambio de información «clasificada», para desarrollar tecnologías capaces de detectar artefactos explosivos y proteger infraestructuras críticas como la red suburbana.
Asimismo, ha destacado como «ejemplo» de la cooperación entre ambas partes los recientes ejercicios lanzados de forma conjunta para poner a prueba esta semana la coordinación para interceptar un avión «sospechoso» en vuelo e impedir un atentado terrorista similar al 11-S y la coordinación en rescates de submarinos, que se desarrolla en la costa española en el Mar de Alborán.
