Clinton deja en suspenso las decisiones sobre ayuda humanitaria a Pyongyang

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha declarado este viernes que la decisión sobre la ayuda alimentaria a Corea del Norte ha quedado en suspenso debido a las preocupaciones sobre la transparencia en la distribución y otras cuestiones pendientes.

«No hemos hecho ninguna decisión sobre ofrecer ayuda alimentaria a Corea del Norte por el momento». Así lo anunció después de verse con el ministro de Exteriores surcoreano, Kim Sung Hwan, en la víspera de la guerra de Corea (1950-1953). «Cualquier decisión de esta naturaleza debe basarse en necesidades humanitarias legítimas, otras necesidades en otros lugares del mundo y en nuestra habilidad para garantizar y supervisar que la ayuda alimentaria suministrada llega realmente a la gente que la necesita», explica la diplomática.

Estas razones deben empujar a Corea del Norte a atender «todas las preocupaciones graves sobre la supervisión y asuntos pendientes relacionados con la suspensión de programas de ayuda previos por parte de Corea del Norte», antes de que Estados Unidos pueda pensar en cualquier otra decisión.

Estados Unidos suspendió en 2009 todos sus planes de ayuda alimentaria a Corea del Norte, después de esta expulsara a los observadores internacionales. Desde entonces el régimen norcoreano afirma que entregó las 20.000 toneladas de comida suministradas por Washington, pese a que un acuerdo estipulado al respecto prohíbe distribuir estos contingentes sin la presencia de observadores extranjeros.

Clinton ha reiterado de todos modos que la cuestión de la ayuda está completamente al margen que el resto de asuntos políticos y de seguridad. Al mismo tiempo, asegura que su país está muy preocupado por el bienestar de los norcoreanos.

Clinton y Kim han manifestado que no reducirán la presión sobre el régimen de Corea del Norte porque no ha demostrado ningún cambio que permita retomar las conversaciones a seis bandas sobre su programa nuclear, en las que participan las dos Coreas, Rusia, Estados Unidos, Japón y China.

Para ello, Clinton insiste en que Seúl y Pyongyang resuelvan sus contenciosos. A este respecto Kim subraya que el Sur no quiere entrar en conversaciones de desnuclearización mientras no se aborde el ataque del año pasado contra el buque surcoreano ‘Cheonan’, en el que murieron 46 militares. También en 2010 Corea del Norte bombardeó la isla surcoreana de Yeonpyeong, lo que dejó un balance de dos militares y dos civiles muertos.

«Hemos dicho en repetidas veces que el progreso en el tema de la desnuclearización es difícil bajo las circunstancias actuales», ha dicho el ministro, según recoge la agencia surcoreana Yonhap.

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