RANGUN, 29 (Reuters/EP)
La gira que pretende realizar la líder disidente Aung San Suu Kyi por Birmania podría causar una serie de altercados, según advirtieron este miércoles los medios estatales, que actúan de portavoces del Gobierno, insinuando que ella es responsable de su propia seguridad.
La Nobel de la Paz está planeando salir por primera vez de la capital desde que fue liberada el pasado año tras permanecer los últimos siete años en arresto domiciliario. Su liberación se produjo poco después de las elecciones generales, boicoteadas por la oposición.
«Sus seguidores y simpatizantes quieren que su icono mantenga el contacto con el pueblo. Parece que quieren explotar al público. También aseguran que el Gobierno es responsable de la seguridad de Aung San Suu Kyi en su viaje», indicaron de la misma forma los tres periódicos oficiales.
«Estamos profundamente preocupados porque Aung San Suu Kyi realice viajes a las zonas rurales, puede que se desate el caos y las revueltas, como ha ocurrido en anteriores incidentes», añaden los tres diarios.
En 2003, en un episodio conocido como la masacre de Depayin, en el que murieron 70 personas, el convoy de Suu Kyi fue atacado por un grupo de leales a la Junta Militar, lo que fue calificado como un intento de asesinato.
«El Gobierno ha dicho que Aung San Suu Kyi es sola una persona normal, por lo que no restringirán sus movimiento de acuerdo a la ley, pero debe cumplir las leyes por el bien del Estado de derecho», informaron los periódicos. Suu Kyi no ha anunciado ni su itinerario ni los días que pretende realizar su viaje.
Los medios oficiales también comentaron que el Gobierno ha pedido en una carta a la Liga Nacional por la Democracia (NLD), el partido de Suu Kyi que fue disuelto el pasado año tras negarse a presentarse a las elecciones, que «no dañe la paz y la estabilidad» y respeten la ley.
«Si quieren aceptar y participar de forma efectiva en al democracia, deben detener esos actos que pueden dañar la paz y la estabilidad y el Estado de derecho al igual que la unidad entre el pueblo», señaló.
El portavoz del NLD, Nyan Win, confirmó que había recibido una carta. «Tenemos la carta, pero no hemos tratado el tema ni hemos decidido que hacer», señaló. Los periódicos explicaron que el Ejecutivo birmano acusaba al partido de mantener sus oficinas abiertas y de convocar reuniones a pesar de que la formación fuese disuelta.
