La Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán ha reconocido este lunes que un ataque talibán es la causa probable del incidente en el que murieron 31 miembros de las fuerzas especiales estadounidenses y siete militares afganos tras estrellarse el sábado un helicóptero CH-47 Chinook en la provincia afgana de Wardak (este).
«Al parecer el helicóptero fue atacado con un lanzagranadas por los insurgentes cuando transportaba a los militares y comandos estadounidenses a la escena de un enfrentamiento entre la ISAF y fuerzas insurgentes», ha explicado la ISAF en un comunicado.
La coalición explica que los militares fallecidos participaban en una operación contra un dirigente talibán en el valle de Tangi, distrito de Sayidabad, en Wardak.
«La operación comenzó con una búsqueda del dirigente talibán responsable de las operaciones insurgentes en el cercano valle de Tangi. Una vez iniciada, las fuerzas sobre el terreno observaron en la zona a varios insurgentes armados con lanzagranadas y fusiles de asalto AK-47», explica la ISAF.
Durante el enfrentamiento subsiguiente con armas cortas murieron «varios enemigos», pero ante la persistencia de los combates, los miembros de la coalición pidieron refuerzos. «Ese personal adicional estaba siendo trasladado al lugar cuando el CH-47 que los transportaba se estrelló», señala la ISAF.
«Inmediatamente después de estrellarse, las fuerzas presentes sobre el terreno perdieron contacto con los insurgentes y se desplazaron al lugar donde se estrelló para asegurar la zona y buscar supervivientes», relata la coalición. Además, se envió otra misión de refuerzo desde una base cercana.
«Se ha abierto una investigación para determinar la causa exacta del incidente», concluye el comunicado.
