El nuevo embajador de Estados Unidos en China, Gary Locke, primer estadounidense de origen chino que asume este puesto, expresó hoy su deseo de construir «una nueva amistad entre los pueblos chino y estadounidense», en una rueda de prensa de presentación a los medios de los dos países en Pekín.
Locke, que ha dejado su cargo como secretario de Comercio y fue gobernador del Estado de Washington entre 1997 y 2005, dijo sentirse «profundamente honrado» de asumir una de las legaciones más importantes para la política exterior estadounidense y destacó que su objetivo será expandir la cooperación entre los dos países.
«China y EEUU tienen una importante y compleja relación diplomática y económica. Una relación con desafíos, sin duda, pero también con grandes promesas en cooperación y colaboración», destacó en el acto celebrado en la Embajada, según un comunicado de prensa de la legación.
El político demócrata recordó sus orígenes chinos -él nació en Seattle pero sus abuelos paternos eran cantoneses y su madre de Hong Kong- y señaló que su padre, fallecido en enero, «estaría muy orgulloso de saber que su hijo es el primer chino-americano en representar a América» en el gigante asiático.
Locke entregará próximamente sus credenciales al presidente chino, Hu Jintao, lo que iniciará oficialmente su etapa como embajador, y la semana que viene asistirá a la visita del vicepresidente norteamericano, Joe Biden, del 17 al 22 de agosto.
El antecesor de Locke, Jon Huntsman, dejó el cargo para sumarse a la carrera republicana para ser candidato a las elecciones presidenciales de 2012.
