El septuagenario activista indio Anna Hazare recibió hoy un homenaje multitudinario a su llegada a su pueblo, Ralegaon Siddhi, en el oeste de la India, tras liderar las mayores protestas contra la corrupción en el país desde 1947.
Hazare, de 74 años, salió ayer del hospital cercano a Nueva Delhi en el que se ha recuperado en los últimos días del ayuno que protagonizó durante doce días para lograr la aprobación de una ley potente contra la corrupción, un mal endémico del país.
Tras recibir el alta, Hazare emprendió viaje hasta Ralegaon Siddhi -donde sus seguidores permanecieron despiertos toda la madrugada esperándole-, con el objeto de participar en la festividad hindú del Ganesh Chaturthi, dedicada al dios con cabeza de elefante.
«Hazare descansará hoy y se dirigirá a los residentes del pueblo el viernes», dijo en declaraciones citadas por la agencia india IANS uno de sus ayudantes, Suresh Pathare.
Los residentes profirieron cánticos de apoyo al activista y le recibieron con flores y dulces, aunque mantuvieron un perfil bajo a petición del propio Hazare.
Hazare rompió su ayuno de protesta en Nueva Delhi el pasado día 28 ante miles de personas, después de que el Parlamento indio anunciara un día antes que adoptaría sus exigencias para reforzar la lucha anticorrupción.
La huelga de hambre de Hazare ha desencadenado una masiva ola de simpatía popular en las principales ciudades indias, y su protesta ha sido considerada la mayor movilización contra la corrupción desde la independencia del país, en 1947.
Hazare ha pasado décadas impulsando proyectos de desarrollo en Ralegaon Siddhi, aunque sus críticos denuncian que las decisiones no son electivas, sino por consenso, así como malos tratos contra los borrachos y presiones contra las castas bajas del sistema social.
