Posa con las siglas de espionaje de pakistán (ISI)

El desnudo más escandaloso de la actriz Veena Malik para FHM

La polémica y sensual modelo asegura que la imagen ha sido alterada, y amenaza con demandar a la revista

Aunque no se sabe si está manipulada, la foto de una actriz paquistaní sin ropa, con las siglas del espionaje de su país (ISI) escrita en un brazo, en la portada de una revista india, está incendiando la opinión pública del sur Asia, aún poco acostumbrada a los desnudos.

La polémica y sensual Veena Malik asegura que la imagen ha sido alterada, y amenaza con demandar a la revista para hombres que la publicará en portada el próximo lunes. FHM India, en cambio, dice tener vídeos y otras fotografías que prueban que no ha habido manipulación alguna.

La revista adelantó este viernes en su versión de Internet la portada del mes de diciembre, con Malik y las iniciales, y enseguida la instantánea corrió como un reguero de pólvora por las redes sociales y desató un mar de turbulentas reacciones.

En la foto, la artista cubre sus pechos con los brazos y está ligeramente de perfil con una pierna flexionada, por lo que no es visible su pubis, pero es el hecho de llevar en el brazo las siglas del servicio secreto lo que añadió más morbo a la polémica.

«Esta mujer está completamente loca», tuiteó una rival, la actriz paquistaní Meera, nada más ver la portada, mientras los más lanzados se amparaban en el anonimato para llenar de improperios las secciones de comentarios.

La India y Pakistán comparten una difícil vecindad, como lo demuestran las guerras libradas por ambos países desde su independencia, en 1947, y las autoridades indias suelen acusar al ISI de apoyar a grupos terroristas y dañar sus intereses.

El agente de la actriz, Sohail Rashid, declaró que creía que la fotografía era «falsa», y poco después la propia actriz afirmó a la alarmada prensa paquistaní que había posado con «ropa moderna» y no «desnuda», según el rotativo Express. «Conozco mis límites», dijo.

También añadió en aparente contradicción que, de común acuerdo con la publicación, los tatuajes del ISI serían sobrescritos en las fotos, una versión diferente de la que dio el editor de FHM, Naveer Sharma, sorprendido por la controversia.

«(Las letras) no son exactamente un tatuaje, sino que se las dibujamos. La propia Veena dijo que eran demasiado pequeñas», reveló el editor, que dijo contar con un vídeo que prueba la sesión, aunque este no será publicado por razones «deontológicas».

Para Malik llueve sobre mojado: ya escandalizó a indios y paquistaníes con su desenvuelta participación en una edición de la versión india del programa «Gran Hermano», en la que se dedicó a dar masajes y besar a hombres.

Tanto en la India como en Pakistán sigue siendo un tabú dar en público muestras de afecto amoroso o sexual, y los aficionados a la pornografía -prohibida en ambos países- deben bucear en secreto por la red o acudir al estraperlo en algún mercadillo de baja estofa.

Los diarios del subcontinente dividen su atención: algunos llevan la noticia a la portada y otros ni la mencionan, pero la principal incógnita continúa siendo cuál será la reacción de los radicales en uno y otro país, beligerantes en cuestiones de sexo.

En Pakistán, los islamistas, que ya habían amenazado a la actriz en el pasado, han puesto el grito en el cielo y llenado Internet de comentarios despectivos, y en la India hay grupos hindúes con un amplio historial de acciones contra la «ligereza en las costumbres».

«Puede que haya problemas con los sectores conservadores, sinceramente no lo sé. Pero lo que la gente tiene que pensar es que ella es una mujer muy guapa, y que no tiene que pedir disculpas por ser guapa», sugirió el editor de FHM India.

FHM, que cuenta con una tirada de 110.000 ejemplares, saldrá a las calles el lunes, y será entonces cuando se pondrá de manifiesto si el fenómeno Malik pasa a la calle o se queda en las casas de los «hombres inteligentes» para los que Sharma dice concebir su revista.

Quizá el hecho de no mostrar pechos o entrepierna es lo que ha salvado hasta ahora a Malik del censor indio, algo menos rígido que en Pakistán, donde las tijeras llegan a tapar partes íntimas de las obras de arte que publica la prensa internacional.

En noviembre, la Autoridad de Telecomunicaciones de Pakistán amagó con filtrar más de 1.500 palabras consideradas escandalosas para que no pudieran enviarse por mensajes de móvil, entre ellas algunas sorprendentes, como «Jesucristo», «amante» o «mono».

La medida finalmente no se aplicó pero sirvió para que, como esta vez, una mitad de Pakistán y la India se eche las manos a la cabeza y la otra, en privado, tenga un pretexto para sus conversaciones distendidas y pasar el rato.

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Autor

Irene Ramirez

Irene Ramirez. Responsable de campañas en Grand Step. Fue redactora de Periodista Digital entre 2012 y 2013.

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