Los tres principales diarios de Corea del Norte piden hoy en su tradicional mensaje de año nuevo defender a su nuevo líder, Kim Jong-un, «hasta la muerte» y fortalecer al Ejército, informa la agencia surcoreana Yonhap.
El editorial publicado por los diarios Rodong Sinmun, Joson Inmingun y Chongnyon Jonwi, da la bienvenida a Kim Jong-un, que fue proclamado ayer por el régimen comunista el «comandante supremo» del Ejército norcoreano.
«El Ejército debe depositar una confianza absoluta y seguir a Kim Jong-un, y convertirse en rifles humanos y bombas para defenderlo hasta la muerte», destaca con la habitual retórica militar el texto.
Los medios describieron a Kim Jong-un como el «sagaz líder del Partido, el Estado y el Ejército», y subrayan que es «un líder excepcional y un gran sol».
Además, el texto asegura que la muerte de su padre, Kim Jong-il, fallecido el pasado 17 de diciembre, ha sido «la pérdida más grande de nuestra nación en sus 5.000 largos años de historia», y añade que, tras los funerales del dictador, el país está preparado para llevar a cabo sus propósitos con determinación.
En el editorial también se reafirma la necesidad de fortalecer su Ejército contra las «fuerzas agresoras» de EEUU que «deberían ser expulsadas» de Corea del Sur al ser «el principal obstáculo para lograr la paz en la península» coreana.
El Mando Conjunto de las Fuerzas surcoreana y estadounidense cuenta con cerca de 28.500 efectivos en el país asiático, como medio defensivo de prevención después de que el conflicto que enfrentó a las dos Coreas entre 1950 y 1953 se zanjara con un armisticio y no con un Tratado De Paz.
«El año pasado propusimos conversaciones y negociaciones con las autoridades de Corea del Sur, y realizamos constantes esfuerzos para llevarlas a cabo», destaca el editorial, que determinó que la respuesta de su vecino del sur fue la de intensificar «la adoración de otros países, incluyendo Estados Unidos».
Según el texto publicado, la actitud de Seúl ha intensificado «la confrontación con los compatriotas del Norte y las maniobras de guerra» contra Pyongyang.
A pesar de que no menciona los programas nucleares del país, el editorial destaca que la posesión de armas es un elemento disuasorio contra la política hostil de EEUU y que Corea del Norte mantendrá su «esfuerzo por desarrollar relaciones de amistad con aquellos países que respeten nuestra soberanía», concluye.