Los hombres que son directivos y profesionales en Japón mueren más jóvenes que otros que realizan otros trabajos porque anteponen el trabajo a la salud. Así lo han descubierto investigadores de la Kitasato University School of Medicine. Los resultados se publican en el ‘British Medical Journal’ (BMJ).
Los autores examinaron los certificados de defunción de hombres japoneses que murieron entre 1980 y 2005. Vieron que los jefes y profesionales tenían 1,7 veces más riesgo de fallecer antes de cumplir los 60 años que aquellos que trabajaban en oficinas, ventas, servicios, seguridad, agricultura, producción y transporte.
El equipo, dirigido por Koji Wada, de la Kitasato University School of Medicine descubrió que las muertes por cáncer, ictus y enfermedades cardíacas entre jefes y profesionales aumentaron después del año 2000, mientras que descendían las tasas del resto de los trabajadores.
«Cualquiera puede ir al hospital con la cobertura sanitaria universal de Japón, así es que ¿por qué podrían presentar mayores tasas de mortalidad los jefes y profesionales?. Por los retrasos en ir al hospital», dice Wada, para quien ellos «no tienen mucho tiempo para ir al hospital, incluso con síntomas». «Así, tienen cánceres, incluso con metástasis, y mueren a veces sin recibir tratamiento», asevera.
Los investigadores creen que los patrones de mortalidad podrían estar vinculados a años de estancamiento económico en Japón, seguidos de una crisis económica en Asia, a finales de 1990. Después de 2000, aumentó la tasa de suicidios entre los jefes y profesionales, mientras se mantenían estables en productores, vendedores y trabajadores de oficina.
«Los jefes y profesionales tienen mayor estrés y un peor estilo de vida, no tienen tiempo para hacer ejercicio, para dormir (…) incluso con mayores sueltos, siguen estilos de vida menos saludables», concluye.