o me estoy retractando de las ideas que se leían en mi publicación inicial. La represión de los extranjeros ilegales es un deber
Yang Rui, estrella de la cadena de televisión estatal china CCTV-9, ha llamado a la recientemente expulsada periodista de origen estadounidense de la cadena Al Jazeera, Melissa Chan, «puta extranjera».
Yang, en la red social Sina Weibo, el equivalente chino de Twitter, elogió el trabajo de la policía para «limpiar la basura extranjera» de Pekín, informa The Guardian.
Yang Rui presenta un programa en inglés en la citada cadena de televisión que, dice, busca promover el debate intercultural y pretende presentar un rostro más humano de China hacia el exterior.
Yang ha tratado de suavizar sus palabras debido a las llamadas al boicot a su show. Muchos simplemente lo atribuyen a una simple sátira.
La expulsión de la corresponsal se produjo después de la emisión de un documental en la cadena catarí sobre los campos de reeducación chinos.
El contexto en el que se producen las palabras del presentador acerca de la periodista y de los extranjeros se enmarca en una campaña de la policía de 100 días contra los inmigrantes ilegales que viven o trabajan en Pekín y sobre los polémicos comportamientos de algunos ciudadanos, concretamente uno británico, acusado de agredir sexualmente a una mujer china.
«Hay que acabar con los traficantes, los estadounidenses y europeos desempleados que vienen a China a coger nuestro dinero, y para participar en la trata de blancas y en la inmigración ilegal. Hay que identificar a los espías extranjeros, que se juntan con chicas chinas mientras recopilan información, haciéndose pasar por turistas para obtener datos geográficos de GPS para Japón, Corea del Sur, Estados Unidos y países europeos».
«Hemos expulsado a esa puta extranjera y hemos cerrado la corresponsalía de Al Jazeera en Beijing. Hay que callar y expulsar a aquellos que demonizan a China».
En delaraciones al diario británico, Yang ha dicho que los comentarios fueron una respuesta espontánea a la actuación policial.
«El texto, reconozco, es muy fuerte e incompatible con mi imagen como presentador de un talk show muy profesional y puedo decir con toda la seguridad que siento el daño causado a los que respetan mi profesión»
«No me estoy retractando de las ideas que se leían en mi publicación inicial. La represión de los extranjeros ilegales es un deber. El 95%-98% son personas honestas, bien educadas y respetan nuestras leyes… Sólo estoy hablando de las personas malas», ha señalado a The Guardian.
La entrada en la red social china continuaba online el lunes por la noche. Yang aceptó inicialmente la traducción del término que él usí, «puta», aunque después quiso matizar que no refleja exactamente su verdadero significado.
«De algún modo esta palabra contiene un cierto tono de discriminación sexual».
«Nunca tuve la intención de humillar a ninguna mujer. Respeto a las mujeres».