Los llamados crímenes de honor son todavía habituales en muchas partes de la India, sobre todo en entornos rurales
Un fanática. El tipo, tan decidido como cruel, cortó este 7 de diciembre de 2012 la cabeza de su hermana con una espada, en la región india de Bengala, como castigo por una supuesta relación sexual que la desventurada joven mantenía con un vecino.
El homicidad, identificado como Mehtab Alam, sastre de profesión y de 28 años de edad, arrastró hasta la calle a la chica y allí, a la vista de la gente, utilizó una espada con una hoja de casi 70 centímetros de largo para asestar un corte mortal en el cuello de la víctima.
De un solo tajo, cercenó el cuello y decapitó a la mujer.
«Tras matar a su joven hermana, el hombre se acercó hasta la comisaría con la cabeza y la espada en sus manos», explicó Syed Akbar Alí, inspector del distrito cercano a la ciudad de Calcuta de Nadial, en el este del país, donde ocurrieron los hechos.
«Mientras caminaba por la calle, el hombre gritaba a la gente que lo veía pasar que se mantuviera al margen. Decía que se trataba de un asunto familiar».
El agresor se encuentra en estos momentos bajo custodia.
Los llamados crímenes de honor son todavía habituales en muchas partes de la India, sobre todo en entornos rurales, obsesionados por el sexo, el nivel social y la reputación.
Estos crímenes van desde los asesinatos y secuestros hasta las violaciones en masa, por cometer el «delito» de casarse con alguien de una clase social o religiosa no aceptada por la familia o por mantener relaciones sentimentales «ilícitas» con otra persona.
Lo ‘normal‘, incluso en los casos en que consideran que la dote pagada por la familia de la joven no es suficiente, consiste en quemarlas vivas con el keroseno que se usa en las cocinas domésticas.