El ISIS se ha llevado además por delante casi una docena de santuarios religiosos chiíes y suníes
Los rebeldes del Estado Islámico, ISIS, se han cargado a golpes de maza siglos de historia porque consideran a pies juntillas que una veneración especial a las tumbas, y otras reliquias, contradice de forma flagrante los preceptos del Islam.
Acaban de ser grabados dejando echa polvo la tumba del profeta Jonás, que está ubicada en la ciudad septentrional iraquí de Mosul, en la provincia de Nínive, tal y como recoge ‘Daily Mail‘. Asimis
Asimismo se han llevado por delante otros 50 cuerpos que se encontraban junto a él.
El profeta, que es la figura central del libro del Antiguo Testamento que lleva su nombre, es popularmente conocido por haber sido tragado por un pez o una ballena, dependiendo de la traducción.
LOS SANTUARIOS CORREN IGUAL SUERTE
A principios de esta semana, en la Red apareció una serie de imágenes que mostraban la destrucción de casi una docena de santuarios religiosos chiíes y suníes en Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, asi como en la ciudad de Tal Afar, que también se encuentra actualmente bajo el control del Estado Islámico.
Sobre el último ataque, el funcionario de la provincia de Nínive Zuhair al Chalabi dijo que el Estado Islámico controla la mezquita del Profeta Jonás en Mosul desde que invadieron la ciudad.
«Participan en el proceso de manipulación de los contenidos de la mezquita. Todavía está en sus manos».
