Los 21 líderes reunidos en la cumbre de la APEC, el Foro de Cooperación Asia-Pacífico dan el primer paso para iniciar el proceso hacia una Zona de Libre Comercio para la región (FTAAP)
Si con todo el jaleo que tenemos aquí, han encontrado un minuto para enterarse de lo que se cuece en la escena internacional, seguro que han pensado que lo de China no es que inquiete; espanta.
Es el primer consumidor de energía del planeta, el mayor exportador mundial, el que más gente ejecuta al año, tiene fronteras con 14 naciones y pastorea a la quinta parte de Humanidad.
Y por lo que vemos en la Cumbre de la APEC, el ‘monstruo’ -además de insaciable- es un negociador consumado.
Los descendientes de aquellos para los que recogíamos papel de plata en el colegio cuando yo era niño, han aprovechado el festejo pekinés para parchear su relación con Japón, cerrar un acuerdo de libre comercio con Corea del Sur, rebajar tensiones con Vietnam y camelarse a Obama, para que EEUU elimine aranceles a productos relacionados con las tecnologías de la información, los videojuegos, sistemas GPS y medicamentos.
A la luz del peso que ha adquirido en la economía mundial, de la agresividad con que invierte en África y América Latina y de la zalamería con que los gobiernos occidentales tratan a las autoridades de Pekín, no es de extrañar que cada vez son más los convencidos de que dentro de nada China será la primera potencia mundial.
Pues yo discrepo, porque el ‘gigante amarillo’ tiene más trampas que una película de chinos. La más gorda, demográfica.
Según mis cálculos, antes de tres décadas comenzarán a sufrir problemas sociales agudos y en el 2050 serán un país agobiado y a punto de explotar.
El germen de la debacle es la ley del hijo único impuesta por el comunista Mao en 1980. Consecuencia de esa orwelliana normativa es que, dentro de 30 años, cada chino tendrá que trabajar para pagar las pensiones de dos padres y cuatro abuelos.
Y encima solterón y angustiado, porque a fuerza de abortos nace un 25% menos de mujeres de hombres y encontrar pareja es una odisea.
Eso no hay país que lo aguante.
NOTA.-
China y EE UU, los países más contaminantes del mundo, anunciaron este miércoles, en el marco de la cumbre Asia-Pacífico que se celebra en Pekín, un nuevo acuerdo para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras que EEUU recortará para 2030 sus emisiones entre un 26 y un 28% con respecto a los niveles de 2005 -el doble de lo previsto-, China se compromete a alcanzar su nivel máximo de emisiones para esa fecha o antes, si es posible.
Con este acuerdo, las dos principales potencias mundiales, que suman cerca del 40% del total de emisiones de gases de efecto invernadero mundiales, buscan sentar un ejemplo y alentar a otros países a anunciar compromisos similares, para impulsar las negociaciones de cara a un acuerdo mundial contra el cambio climático para 2020 en la reunión que se celebrará en París el año próximo.