China tiene un Ejército de 2,3 millones de hombres y al desfile estuvieron invitados Vladímir Putin, y venezolano, Nicolás Maduro, o el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon
China reducirá el número de sus tropas (unos 2,3 millones actualmente) en 300.000 militares, anunció este miércoles el presidente chino, Xi Jinping, en el discurso que ofreció para dar comienzo al desfile militar en conmemoración de los 70 años del final de la II Guerra Mundial en Pekín (La actividad empresarial en China cae en agosto a mínimos de seis años y medio, según PMI).
Xi realizó su intervención en lo alto de la puerta de Tiananmen, ubicada en el corazón de la capital china, acompañado de sus antecesores en el cargo Jiang Zemin y Hu Jintao, así como figuras internacionales como los presidentes ruso, Vladímir Putin, y venezolano, Nicolás Maduro, o el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
«Nosotros, los chinos, amamos la paz. No importa lo fuertes que nos convirtamos, nunca buscaremos hegemonía o expansión».
De forma previa al desfile, medios independientes adelantaron que el Gobierno desvelaría medidas de un plan radical para transformar el Ejército de Liberación Popular (ELP) del país, el mayor del mundo, tras el evento castrense.
Xi busca convertir al ejército en un cuerpo moderno equiparable a los más punteros de Occidente, y el anuncio de la reducción de tropas busca otorgar más importancia a las fuerzas navales y aéreas, según expertos.
Un total de 27 formaciones del Ejército Popular de Liberación (ELP) junto a diez formaciones de helicópteros y aviones participan en el evento. Los miles de invitados ubicados a ambos lados de la avenida Chang An, que cruza Tiananmen en el centro de la capital, han presenciado también el desfile de tanques y de nuevo armamento como misiles, lo más esperado del evento, de 70 minutos de duración.
Kim Jong-un rechazó ir por no recibir trato especial
El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, rehusó participar en el gran desfile militar que hoy se celebra en China debido a que Pekín le negó un trato preferente sobre otros dirigentes, aseguraron fuentes del país comunista al diario surcoreano Daily NK.
El mariscal norcoreano declinó participar en la ceremonia «porque no iba a poder estar de pie en la primera fila de la plataforma principal» junto al presidente chino, Xi Jinping, indicaron al diario dos fuentes cercanas a los cuadros del Partido de los Trabajadores de Pyongyang.
Los Gobiernos de Corea del Norte y China mantuvieron una serie de negociaciones después de que Pekín ofreciera a Kim un espacio en uno de los lados, lejos del centro, pero ambas partes no lograron alcanzar una solución satisfactoria.
Una de ellas explicó que el régimen ha trabajado mucho para construir un fuerte culto a la personalidad de su líder y, por tanto, Kim Jong-un perdería la «dignidad» ante su pueblo si aparece en una posición secundaria en las fotografías y vídeos del evento.
Desde que asumiera el poder en 2011, Kim todavía no ha realizado un viaje oficial al extranjero, por lo que se cree que su primera visita habría de ser ampliamente difundida por la maquinaria propagandística del Estado.
En lugar del líder, Corea del Norte envió a Pekín al considerado número 3 del régimen, el secretario del partido único Choe Ryong-hae, como su representante en el gran desfile militar para conmemorar el 70 aniversario de la rendición japonesa en la II Guerra Mundial.
En el desfile de Pekín sí está presente la presidenta Park Geun-hye, jefa de Estado de la vecina Corea del Sur, un país que cada vez mantiene lazos más estrechos con China a pesar de la histórica alianza de este último con el régimen comunista norcoreano.
El evento, en el que participan más de 12.000 tropas por el centro de la capital china.