Un ciudadano chino, Yang Jianchun, llamó a un programa de televisión para contar la increíble historia de su fuga de una prisión en el desierto de Gobi, hace 30 años, y cómo volvió luego a escondidas a su ciudad, informa Global Times, según rt.
Tenía solo 17 años cuando fue condenado a 10 años de privación de libertad por robo e incendio intencional, en 1979. En 1988, un muro de la cárcel se derrumbó por causa de fuertes lluvias y el hombre logró escapar. Tras cambiar su nombre, Yang vivió 30 años como fugitivo en Xuzhou.
Sin embargo, lo atormentaba continuamente su pasado y tomó la decisión de confesar y contar sobre su huida en el programa televisivo, según Global Times. Ahora Yang tiene 56 años y camina con un bastón. La Policía de la ciudad confirmó la identidad del prisionero y examina su caso.
«Tengo dos hijas. Por eso decidí hacerlo. Tengo que vivir con dignidad», dijo Yang al ser entrevistado en la TV.
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