Este domingo, los activistas antigubernamentales han salido de nuevo a las calles de Hong Kong. Se han registrado enfrentamientos entre los manifestantes y los agentes del orden, que han recurrido al uso de gas lacrimógeno, según recoge RT y comparte Paula Dumas para Periodista Digital.
Los levantamientos comenzaron en marzo, pero se multiplicaron en junio y desde entonces se han incrementado consistentemente, dejando personas heridas y varios detenidos. Tras la ocupación de espacios públicos, estaciones de metro y el aeropuerto, se cancelaron cientos de vuelos, se suspendió el servicio de transporte y el sector turístico sufrió una dramática caída, entre otras consecuencias.
Las protestas comenzaron a raíz de un proyecto de ley que permitiría la extradición de sospechosos desde ese territorio autónomo para ser juzgados en la China continental y Taiwán. A pesar de que la jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, retiró formalmente el borrador legal el 4 de septiembre, los manifestantes mantienen sus movilizaciones.
Un legislador señaló que el retiro del proyecto de ley fue «demasiado poco y demasiado tarde».
