Increíble pero cierto: 6 años por la cara.
Aunque la mayoría de personas desean pasar el menor tiempo posible en el médico, ese no fue el caso de la familia Tian, quienes acudieron en 2014 al hospital de Pekín, China, y se negaron a marcharse hasta este 2020.
El hijo era quien estaba enfermo y contó que había tenido náuseas y vómitos durante dos meses, y llevaban temblándole las piernas nueve días.
Acudió con sus padres, quienes le acompañaron en todo momento.
En principio solo iba a pasar unos días hasta que se recuperar, pero cuando le dieron el alta y le dijeron que tenía que pagar la factura, el enfermo acusó al hospital de darle un tratamiento inadecuado y se negó a irse.
Entonces, sus padres y él ocuparon la habitación del hospital y la adecuaron como si fuera su propia casa, llevando ollas, comida y otras pertenencias personales y pasando allí incluso diferentes fiestas y celebraciones como el Año Nuevo Chino o los cumpleaños.
En ese momento comenzó una larga batalla legal entre el hospital y la familia Tian para poder echarlos del centro, e incluso en 2019 renunciaron a los 1.26 millones de yuanes (unos 159.000 euros) en gastos que les reclamaban.
A top #Beijing hospital was ordered to pay 480,000 yuan (US$73,000) in compensation to a man and his parents, who accused the institution of mistreatment and squatted in a ward for six years.
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El hospital demostró que el hijo de los Tian no necesitaba tratamiento médico y estaban ocupando la habitación y gastando recursos necesarios para otros pacientes.
Pero la familia denunció al centro médico alegando negligencia médica.
Finalmente, la última semana de diciembre, el Tribunal Popular del Distrito de Xicheng de Pekín sentenció que debían abandonar el hospital, pero también tenían derecho a una indemnización de 480.000 yuanes (unos 60.500 euros) por parte del centro.
Así que, tras vivir gratis durante 6 años, cobraron dinero del hospital y, además, fueron llevados a su casa en una ambulancia.