El régimen de China amenazó con anexar por la fuerza a Taiwán.
Xi Jinping aprovechó la celebración por el centenario del Partido Comunista para insistir en la determinación de Pekín de incluir a la autogobernada Taiwán bajo su control.
Vestido con un traje gris abotonado del estilo de los de Mao Zedong, Xi expresó: “Debemos tomar medidas decididas para derrotar por completo cualquier intento hacia la ‘independencia de Taiwán’ y trabajar juntos para crear un futuro brillante para el rejuvenecimiento nacional”.
El mandatario dijo que Taiwán, una isla que se gobierna de manera autónoma pero sobre la que Pekín reclama su soberanía, es un tema prioritario: “Resolver la cuestión taiwanesa y lograr la reunificación completa de China es una misión histórica y un compromiso inquebrantable del PCCh”.
El mandatario dijo también que China había restaurado el orden en Hong Kong tras las protestas antigubernamentales que paralizaron la ciudad semiautónoma en 2019.
“Nadie debe subestimar la gran determinación, la firme voluntad y la extraordinaria capacidad del pueblo chino para defender su soberanía nacional e integridad territorial”.
En ese sentido, Xi indicó que “China dotará a sus fuerzas armadas de mayor capacidad y medios más fiables”.
“Debemos acelerar la modernización de la Defensa nacional. Un país fuerte debe tener un Ejército fuerte”, dijo Xi, quien preside la Comisión Militar Central china, con lo que domina las tres fuerzas del régimen comunista (Estado, Partido y Ejército).
En un discurso en la icónica plaza pequinesa de Tiananmen, Xi agregó frente a unas 70.000 personas congregadas allí: “El pueblo chino no permitirá nunca que fuerzas extranjeras le intimiden y le opriman. Quien lo haga corre el riesgo de ser aniquilado ante una Gran Muralla de acero edificada por 1.400 millones de chinos”. Además, ensalzó la salida de la pobreza de cientos de millones de chinos en tan solo unas décadas.